Galiciaenfotos.comSin rumbo. Sin prisas. Sin horarios.

Veinte años tiene esta foto de la puesta de sol desde la playa de Lapamán (Pontevedra), que aunque pueda parecer un horror, cosa que no dudo, tenía su mérito. En aquella época no había nada digital así que tocaba sacar el portafiltros, poner filtro rojo, sacar foto, esperar a acabar el carrete, revelarlo, asustarse e intentar convencer a los conocidos que la foto era «artística».

Desde luego como ha cambiado el cuento con la llegada de la fotografía digital. Ahora veo esto y lo borro antes de que lo vea nadie mas…

Los milarios romanos eran puntos de señalización, mas o menos el equivalente a los mojones de la carretera (esos pitotes blancos con la parte de arriba pintada de rojo que ponían el nombre de la carretera y el punto kilométrico). Casi saliendo de la provincia de Orense hacia la Peneda Gerés portuguesa nos encontramos estos dos con su plaquita correspondiente:

Hay que ver qué buen castellano escribían ya los romanos por aquellas épocas, se ve que eran hombres estudiados. Para quien quiera saber algo mas de los miliarios, hay un documento muy explicativo aquí. Y para mas información sobre la parte portuguesa del parque natural de la Peneda Gerés, marque usted aquí y sus deseos se verán cumplidos, excepto el de acertar la Lotería Primitiva que para eso estoy yo delante.

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Nota disculpatoria: lo siento, pero me he confundido de fotografía. Estos no son los miliarios de la Peneda Gerés, sino los que están al lado del Río Bibei, saliendo de Puebla de Trives en dirección a La Rua.

Un par de veces ya hablé sobre los murales del monasterio de Samos. Hoy voy a poner la última entrada referida al mismo tema porque hay una figura en concreto que me fascina. Es esta:

¿Pero de donde sale en un juguete infantil con forma de carrito y una jirafa encima pintado en las paredes interiores de un monasterio?¿Hay jirafas en Samos?¿Habrá sido idea de los extraterrestres? ¿Habrán venido los marcianos grafitteros de visita? ¿Se habrán tomado un churrasco y dos criollos como está mandado? ¿Será otra prueba de contactos en la tercera fase (será neutro porque las fases creo que son positivo, negativo y neutro)?

Esta  es la iglesia de San Francisco de Betanzos. Aparentemente no tiene nada especial, salvo que dentro se encuentra el famoso sepulcro de Fernán Pérez de Andrade. Y no es por no explicaros quien es, que si hay que explicarlo se explica, pero desde que existe Google me da una pena tremenda quitaros la ilusión de ver las 186.000 páginas que podéis consultar…

Aquí dejo foto de una seta francamente no muy recomendable para merendar, llegada la época aparecen un montón por los campos gallegos. Se supone que en una de ellas vive David el Gnomo, de ahí el título. Da gusto fotografiarlas porque esos colores vivos sobre fondo verde, a poco que haga sol brillan que da gusto. Como ésta me había salido un poquito movida, le añadimos «grano» a la imagen como en las fotos antiguas y hala, entrada pitando pal blog…

Extremadura, semana santa, tiempo revuelto y nubes en el horizonte con castillo. Nunca había visitado los alrededores de Badajoz y Cáceres, me imaginaba que todo sería llano y amarillo pero de eso nada. Había montañas, había verde, ríos, lagos, menudo sorpresón me llevé. Anotemos en la agenda volver a esa zona porque merece la pena.

También conocida como «Tapia de Cada Ciego» porque cada vez que vamos acabamos en un restaurante cerca del puerto donde ponen una comida que te mueres y la sidra está de vicio, así que venga sidra, venga comida, venga sidra, venga comida, venga sidra… que es de manzana natural y eso no hace daño… cuando te quieres dar cuenta, se te ha subido el gas a la cabeza y hala, risas, juerga, sólo me falta cantar. Es curioso, pero aunque quisiera no podría deciros el nombre del restaurante porque no recuerdo habérselo visto nunca: cuando vamos porque hay un hambre que no veo y cuando salimos, el ciego no me deja mirar…

Un consejo: visitar Tapia de Casariego y alrededores, zona preciosa para darse un garbeo de domingo.

Hace tiempo publiqué una foto del atardecer desde mi casa. Ahora pongo una, pero del amanecer. Y es que claro, acostumbrado a levantarme de la cama con los ojos legañosos y el entendimiento nublado no sabía yo que me estaba perdiendo este espectáculo.

Aunque ahora me lo pierdo igual, porque entre dormir y ver las nubes de colorines, gana dormir por goleada.

Nada mejor para celebrar un día 13, aunque sea miércoles, que un problema con el servidor de internet y quedarme con las ganas de publicar mi entrada diaria. Durante día y medio no fueron accesibles los blogs instalados en este servidor, dicen la causa fue un ataque DDOS masivo aunque a mi eso me suena a excusa barata, ¿todos los blogs desactivados por un ataque DDOS? ¿Y eso qué es? ¿Un ataque de dedos? ¿Un ataque de dos (si aún fueran tres o cuatro, pase)? ¿Un ataque de tos?

Dejemos el tema, vamos a lo nuestro. ¿Qué pongo hoy? Dos fotos del Castro de Lás, en Orense. De lo poco que recuerdo es haber ido en coche, haber aparecido sin querer y no saber cómo volver. Desde abajo se veía bastante normalito, una loma con unas piedras en lo alto:

Pero amigo, cuando nos acercamos, la cosa cambia y mucho. Esto era una señora urbanización, aquí debía vivir El Pocero en versión celta porque menuda cantidad de adosados habían hecho. Grandes, pequeños, de dos habitaciones, tres, en plena sierra, aire puro, tranquilidad, urbanización privada, plaza de garaje para uno o dos caballos, bodega y charcapiscina comunal cuando llueve. De fábula para la época. No me extraña que vinieran los romanos a Galicia viendo las maravillas que se construían por aquí.

Y digo yo, que con lo bonitas que son las pinturicas del interior del monasterio de Samos… ¿porqué no enseñar unas pocas mas?

Para mi fue muy sorprendente este descubrimiento. Donde menos te lo imaginabas aparecieron las paredes llenas de colores. Suerte que no pasó el amigo de Manoli por allí con su spray…