Para quien vio la foto de la semana pasada hecha desde lo alto del edificio de Caixa Galicia en Coruña, aquà va otra donde se puede ver la pasarela esa de ahà arriba desde donde se hizo la foto. ¿A que es curioso por dentro? Si a eso le sumamos la exposición que habÃa dentro, se explica que me lo pasara asà de bien como me lo pasé.
PDC, o Profundidad De Campo, es en términos fotográficos la parte de la fotografÃa que sale enfocada. La PDC alta se suele usar en paisajes, la PDC baja se suele usar en retratos para desenfocar adrede el fondo y que no distraiga o en imágenes curiosas como ésta, que llama la atención porque el ojo percibe una red como no está acostumbrado a verla. Una PDC baja se usa para fijar la vista del espectador en un punto concreto de la imagen.
Otra foto con sus añitos, sacada en diapositiva y digitalizada vÃa escáner, correspondiente a los acantilados de Nazaré, Portugal. No tiene mayor historia salvo disfrutar con los colores y las formas, con el azul del mar y con las olas. Correspondiente a la época de mi vida en que veÃa algo alto y la primera idea era subir para ver qué tal eran las vistas. A dÃa de hoy, la primera idea es «qué cansado debe ser subir ahà arriba»…
Para los que no paráis de preguntar por ello, que si, que la feria de Vilanova da Cerveira es cada sábado en sesiones de mañana y tarde sólo interrumpidas para degustar el tÃpico arroz de mariscos, aunque últimamente se da mas el arroz a la esencia de mariscos porque entre los elementos que componen la receta no se halla nada que pudiera ser considerado medianamente cercano al marisco y la posibilidad de ver la pata de una centolla emerger entre el arroz es directamente proporcional a la posibilidad de ver una docena de marcianos bailando can-can mientras bajan de un ovni rosa.
Otras ferias son la de Valença do Minho los miércoles, Tuy los jueves, Tomiño los miércoles también e incluso mas lejos, en Padrón, hay feria grande los domingos. Padrón, ese sitio de donde son originarios los pimientos que hacen reir. Si, ya sé que la tradición oficial dice que pican, pero quien no se ha reÃdo un buen rato viendo los esfuerzos por volver a respirar de alguien que se acaba de comer un pimiento de los que pican a rabiar.
La semana pasada hablaba de la playa de PortÃo y de las rocas que la cierran por la derecha. Aprovecho para mostrarlas, porque una cosa es decirlo y otra muy distinta encontrarse delante de una muralla de roca hecha a base de «láminas» en posición vertical, supongo que un estrato desgastado por la erosión. Aunque no se aprecia bien, esa roca en primer plano tendrÃa unos quince metros de alto. Como para que se suelte una laminita mientras está uno abajo sacando fotos…
Por aquà andaba otra de esas fotos bonitas, coloridas, veraniegas, Pontesampaio y su puentecito sobre el rÃo Verdugo. Hay barca, sólo faltan los ciervos bebiendo a la orilla para poder convertirlo en un tapiz de esos bonitos, bonitos, ideales de la muerte para cualquier salón que se precie.
AquÃ, o cerquita que no tuvo porqué ser justo en medio del puente, fue la batalla de Pontesampaio en la que les dimos p’al pelo a los franceses durante la guerra de la independencia. A mano izquierda donde acaba el puente hay una placa en recuerdo de aquellos que lucharon en esa batalla y como somos tan buenos, os la vamos a enseñar totalmente gratis.
Hay que ver qué bonito queda el superávit de números romanos y cómo contribuyen decisivamente a dejar claro el mensaje de la placa…
Al hilo de lo comentado ayer, precisamente estos dÃas hay nieve en Manzaneda hasta aburrirse. Cosa curiosa que haya empezado a nevar tan pronto. Dicen que año de nieves, año de bienes, como para creérnoslo con la crisis por todos lados…
Manzaneda es una estación de esquà muy curiosa. En los últimos años no nieva, excepto un dÃa al año que cae una nevada tremenda y adiós muy buenas el resto del invierno. El cuatro de diciembre de dos mil tres, por ejemplo, amanecÃa tras una de esas copiosas nevadas. Allá me fui todo feliz cámara en ristre y equipo de esquiar en el maletero por si fueran posibles ambas cosas. Sólo pude cumplir una, porque la estación no abrÃa al público hasta dos dÃas después. Una pena, nieve habÃa para dar, tomar y regalar. Sólo faltaba Heidi para ser calcadito a los Alpes:
No sé si habrÃa lÃnea, lo que no habÃa eran ganas de entrar en la cabina para llamar a nadie.
A las doce del mediodÃa el termómetro marcaba dos grados sobre cero. Sin embargo, al hacer viento la sensación térmica es de muchÃsimo mas frÃo. Recuerdo visitas a San Isidro o Sierra Nevada y esquiar ¡en camiseta! En Manzaneda con esa niebla que no deja pasar el sol y el viento fresco, no hay narices de quitarse ni el plumÃfero que va sobre el forro polar que va sobre el jersey de cuello alto que va sobre la camiseta holgada que va sobre la camiseta ajustada. Si, si, cuatro capas de ropa.
Un barómetro (el reloj del medio), cuanto mas a la derecha es señal de mejor tiempo. Viendo la posición de la aguja, imaginaros el resto…
Si, confieso, de Lugo hay algo que me pierde: el pulpo. Cosa curiosa, siempre se dijo que el mejor pulpo se come en el interior y tengo que reconocerlo, el de Lugo está de miedo. Ni blando ni duro, en su punto de picante, con sus cachelos, su pan de verdad y su cervecita, con eso ya soy feliz.
Hace unos dÃas me acerqué de nuevo al Caurel. En vez de escoger la ruta tÃpica de Quiroga-Folgoso-Seoane, y recordando las interminables obras de la última visita, optamos por innovar y explorar la ruta Quiroga-Fisteus-Seara. He de reconocer que nos salió redondo porque se ve mucha mas naturaleza que por el otro camino. Arboledas, montes, barrancos, recordaba haber oÃdo algo de las canteras que hay en el Caurel y la polémica al estar instaladas en pleno parque natural, pero hasta esta visita no me habÃa fijado en ninguna. Se notan. Vaya si se notan. Juzgarlo vosotros mismos.
El paseo no acabó ahÃ. Debimos equivocarnos en un cruce (llevar GPS es de cobardes) y aparecimos en Oencia, entre sus tremendos bosques de castaños en plena época de recolección. Una sensación de lo mas curioso salir del coche, sentarse y ver como caen castañas, caen castañas, caen castañas…
