Galiciaenfotos.comSin rumbo. Sin prisas. Sin horarios.

La primavera, que empieza hoy. Para saludarla ha llegado también el primer tulipán de la temporada, aquí tenemos esta verdadera preciosidad posando al sol para una fotografía fina y delicada con un fondo oscuro y difuminado que no distraiga del verdadero protagonista.

A veces me entran unas reflexiones de todo a cien bastante curiosas. Mientras vivía en ciudad, intentar que sobreviviera algo mas complicado que un cactus era tarea vana y labor ingrata. En cambio, menuda diferencia se da en el campo. Plantamos de todo y de todo sale, arraiga y crece hasta el punto que si no le pones freno te invade. Tiras una semilla de cualquier cosa, cuando te das cuenta la tienes brotando y pidiendo paso. Plantas bulbos de tulipanes y año tras año los ves brotar, crecer, florecer y secarse. Si la ciudad ejerce ese efecto sobre las plantas, qué no ejercerá sobre el organismo de las personas…

Hace mucho tiempo que tengo una duda existencial. Si soltara una botella con un mensaje en la desembocadura del río Miño, ¿donde llegaría? Leí artículos sobre el efecto Coriolis según el cual la botella una vez libre debería irse hacia el noreste, sin embargo un  mapa de las corrientes marinas me indica que la botella se iría directa al fondo del Mediterráneo y acabaría en Barcelona. Basta ya de dudas, pasemos a la acción: prepararé tres botellas, con tres mensajes en los que indique una dirección de contacto y las iré soltando al mar con unos días de diferencia. Lo propio sería meter un GPS dentro de cada botella e ir haciendo el seguimiento vía satélite, así que ya sabéis, si alguno se siente especialmente generoso me puede financiar el proyecto porque tras la defunción del coche no estoy para tantas alegrías ni tamaña falta de romanticismo en mis sueños. Las entradas del blog referidas a este tema llevarán la etiqueta «metb» (mensajes en tres botellas) y en la parte superior aparecerá un enlace directo a todas ellas. Empezamos con la Fase I, ir al supermercado y comprar tres botellas plásticas de cocacola medio litro. Fase II, bebérselas. Esta segunda fase me va a costar algo mas que la primera porque no soy muy amigo de la cocacola pero bueno, todo sea por cumplir un sueño.

Ponte de Lima es una pequeña ciudad del noroeste de Portugal, unos 40.000 habitantes y supongo que recibe su nombre por tener un puente sobre el río Lima, que son estos que veis. Como curiosidad general, parece ser que es la ciudad mas antigua de Portugal, como anuncian hasta en los carteles de la autopista, y según la Wikipedia data aproximadamente de 1125.

Es una ciudad tranquila, reposada, con casco viejo donde no hay prisas, la gente pasea por este puente, aparca en la zona de playa fluvial que podéis ver a su lado en el mapa…

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… etcétera, etcétera, etcétera. Si ya sé que estáis a punto de dormiros. Pasamos a lo verdaderamente importante: en Ponte de Lima hay unas bodegas cooperativas donde se produce un vino verde que está de muerte, el afamado Loureiro, uno de mis favoritos. Blanco, fresquito, baja que da gusto y sube que no veas. Para pescados o arroces es una maravilla, y muy bien de precio, en supermercados se puede encontrar entre cuatro y seis euros la botella. Una vez lo hayáis probado, los vinos verdes normales dejan de tener sentido.