Ya me lo advirtió mi padre «Mira niño, que el mundo está lleno de gente rara». Los hay que afeitan bombillas, los hay que tiran cáscaras de plátano a los aviones en el convencimiento de hacerlos resbalar, los hay que ven cosas raras en las chapas metálicas que ponen en el suelo de la ciudad para que los demás no caigan en los socavones…
Y los hay que ven cosas mas raras aún en las piedras del rÃo.
La gente es rara, muy rara, ve fotos y se imagina cosas extrañas…
Escrito por: Jc | Categoría: Al sur | Publicado el: 18-04-2009
Si algo distingue a la ciudad portuguesa de Viana es la iglesia de Santa LucÃa, situada justo en lo alto de un monte que preside la ciudad. Como se puede apreciar, el emplazamiento es verdaderamente privilegiado no en vano antes cuando decidÃan hacer alguna obra de estas, se hacÃa donde fuera, pero con vistas:
Cuando yo era pequeñito, por esta zona habÃa un club náutico nada más y le llamábamos «el club náutico» porque era el que habÃa. En la actualidad, viendo la increÃble proliferación de nuevos pantalanes acá y acullá, por todas las orillas, puertos y playas, empiezo a creer que el único gallego sin yate, velero, chalupa o chinchorro soy yo. El de la foto está en Cangas, podrÃamos decir que es pequeño y se ve repletito. Seguramente sumando la cantidad de barcos atracados entre el número de habitantes nos sale una proporción altÃsima. Mucho mas que Madrid o León seguro que sÃ.
Antes se le encendÃan cirios a los santos para solicitar venias o agradecer los favores concedidos. Ahora, con la llegada del progreso ya nada es lo mismo…
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