Tierra de pinchos

Escrito por: Jc | Categoría: Al este, Ocio | Publicado el: 27-12-2010

La ciudad de Logroño es la gloria para los que nos gusta ir de tapas, vinos y pinchos. Hay un par de zonas saturadas de bares donde te ofrecen tapas variadas y vinos, los que quieras y más, claro que sólo faltaría que en plena Rioja faltase el vino y con él, algo para ir llenando el buche. La zona mas animada son los alrededores de la famosísima calle Laurel, la otra varias calles detrás de la catedral cuyo nombre ahora no acierto a recordar, pero si vas por allí no te preocupes, imposible no darse cuenta por la enorme cantidad de gente que hay dedicados todos a la misma faena. Es más, fijaros cómo va quedando el suelo conforme el personal va dándole al diente y dejando caer palillos y servilletas.


De pinchos en Logroño

Visita al Pazo de Oca (II)

Escrito por: Jc | Categoría: Pontevedra | Publicado el: 27-12-2010

Hecha la introducción en la entrada anterior, vayamos entonces de recorrido por los jardines del Pazo de Oca. Lo primero, foto del edificio. Por esos soportales de la derecha es por donde se entra, al fondo, a la izquierda de la puerta blanca hay otra entrada donde guardan una muestra de material agrícola hoy en desuso.


Pazo de Oca

A mano izquierda, el principio de los jardines en el que destaca un seto de boj recortado de una forma de lo mas curioso. Anda que no se lo tienen que currar ni nada para hacer este tipo de cosas. Suerte que al ser el boj de crecimiento lento aún cunde el trabajo, que sino en unos días se empezarían a ver ramas por todos lados y adiós a esa forma.


Jardines del Pazo de Oca

Quizá lo más conocido del Pazo sea el estanque de los jardines con el pequeño molino al fondo, el islote con forma de barca y la estatua del pescador encima. Aquí tenéis todo el conjunto, complementado por tres ocas de su Pazo que venían con aviesas intenciones al respecto del bocadillo de una pareja que tenía a mi lado. He de decir que los muy débiles les dieron el pan del bocata sin ofrecer resistencia ni torearlas no más mínimo como hubiera sido menester.


Estanque del Pazo de Oca

Además del estanque hay una acequia en la parte izquierda de los jardines a la que le tengo mucho cariño porque siempre que voy, siempre que vuelvo con alguna foto de esas de reflejos que tanto me gustan a mi. Esta vez no podía ser menos.


Reflejos en la acequia

Y por último, que el exceso cansa, otra de las estatuas que se pueden contemplar, ni más ni menos que un banco de piedra detalladito al máximo.


Banco de piedra

Fijaros en el nivel del detalle, que hasta reprodujeron los cuadraditos del tejido y las borlas de las esquinas. La pena es que por muy detallado que esté, la piedra sigue siendo de todo menos cómoda.


Detalle del banco de piedra

En fin, que habría mucho más que contar del Pazo pero vamos a irlo dejando por el momento para no aburrir, igual algún día retomamos el asunto y seguimos detallando más y más tanto del edificio como de los jardines.

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