Galiciaenfotos.comSin rumbo. Sin prisas. Sin horarios.

El interior, un alucine. En realidad es un bar de copas con techos altísimos, hechos con troncos de madera cruzados, un tremendo tronco de árbol justo en el centro, muebles antiguos de madera, una chimenea dando calor, a la derecha la barra…

…y muchísimos pequeños detalles que no te paraban de sorprender. Aquí tenéis la foto de una ventana, con el alféizar en forma de libro.

Y por supuesto el escenario donde cantar, bailar y darle en la cabeza con esa especie de máscara grandota al que desafine. Este local en sábado por la noche tiene que ser la repera.

Balboa, menudo pueblecito. La palloza, el castillo, el restaurante, menudo descubrimiento. El que pase cerca y no pare un rato arderá su alma en el infierno por los siglos de los siglos, amén.

El mismo día que pasamos por Balboa vimos un cartel que indicaba la dirección hacia «La palloza de Chis» y allí nos fuimos a ver qué era aquello, para una vez que visitamos el pueblo vamos a conocer todo lo conocible. Como su nombre indica, la palloza de Chis es una palloza con forma de palloza, techo de palloza y hecho en piedras como las pallozas.

Insisto, con techo de palloza como las pallozas, hecho con miles y miles de pequeñas cañas distribuidas unas encima de otras hasta conseguir la estanqueidad y el confort requerido a nivel térmico. Lo que toda la vida ha sido «que no entre el agua y ni frío», vamos.

Por último un detalle exterior de la ventana, llamativa y trabajada. Mañana veremos el interior.

(Continuación)

Toda una obra maestra de la ingeniería chimeneil, que será la única solución para alejar del tejado de paja de la palloza los rescoldos del fuego que puedan salir volando, pero estéticamente resulta un zapatazo en los ojos tanto ella como sus dos postes de soporte. Qué se le va a hacer, si estética y efectividad se pegan entre ellas. Se perdona porque el resto de la palloza era espectacular. Van volviendo las ganas de pasar por los Ancares, van volviendo las ganas de visitar Balboa, van volviendo las ganas de pegarse otra comilona como dios manda.