Conociendo Vigo (VI)
Escrito por: Jc | Categoría: Pontevedra | Publicado el: 09-09-2010
Seguimos con el recuento de estatuas por Vigo. Esta la podemos encontrar al principio de Concepción Arenal y es un monumento al musgo que todo lo invade en Galicia, la señora señala con su mano hasta donde le llega ya el musgo y la cara del niño es como para contratarlo de protagonista en una pelÃcula de terror.
Otra bonita estatua en los jardines de la Alameda: el monumento a la hiena. Si, si, forma de hiena, aspecto de hiena, es una hiena. A quien está dedicado no lo sé, pero anda que no lleva años en su sitio. Con su musguito por supuesto.
Indicar que si bien todas las anteriores están fijas en su puesto, de cuando en cuando nos traen una serie de estatuas itinerantes por si acaso nos hemos acostumbrado a las de siempre y conseguimos caminar por la ciudad sin asustarnos. Ahà tenéis una de ellas. ColorÃa un rato, pero bueno, que me lo pensarÃa dos veces antes de ponerla en el salón de mi casa. Curiosamente, a la farola que se ve detrás no se le hace mucho caso (excepto como banco) cuando es una reputada obra del afamado Jenaro de la Fuente.
Y por último, el monumento que poca gente ha visto pero que mejor representa a la ciudad: monumento a la excavadora, dedicado a una ciudad siempre en obras. Desde que tengo uso de razón recuerdo Vigo en obras: que si un túnel, que si otro, que si un parking, otros dos parkings, calles levantadas, sentidos de circulación que cambian una vez, otra y otra más, calles de doble sentido que pasan a ser de sentido único, el año siguiente pasan a ser sentido único opuesto al anterior y poco después otra vez doble sentido para cerrarlas a continuación por obras, humanizaciones a porrillo (aceras extra anchas, dos carriles para los coches y cero plazas de aparcamiento en superficie, que hay que favorecer a los de los parkings), etc. Con lo del PlanE imaginaros qué despiporre de ciudad.
No sé si por el salvajismo del personal o porque la calidad de la construcción deja mucho que desear, pero pasan seis meses y la mitad de las obras están cómo veis: rotas, levantadas o hundidas. Hale, a reformarlo de nuevo, a poner más material, mano de obra y otros conceptos, que paga Juan Pueblo.