Galiciaenfotos.comSin rumbo. Sin prisas. Sin horarios.

Zamora es una ciudad sorprendente. Vista de lejos es ocre, sobria, castellana, no hay nada que te haga suponer lo rica, llamativa e interesante que es su interior, la cantidad de iglesias, jardines y edificios interesantes que tiene su casco viejo. Cada vez que paso cerca siempre tengo la tentación de parar un rato y perderme caminando para ver la catedral, la plaza mayor, el parador, el río, la inclinadísima calle de Balborraz y los edificios señoriales tan bien conservados de muchas calles. Incluso parece un sitio agradable para vivir, quien sabe.

Hace unos días preparé un artículo con esta fotografía porque algo quería contar sobre la plaza mayor de Zamora. Cometí el error de no añadir ningún texto que me recordara el motivo de la foto y para mas inri me he olvidado, así que improvisando como si fuera una aspirante a miss, diría que esta es una plaza cuadrada, como todas las plazas que son cuadradas, es la mayor porque es la mas grande, se llama de Zamora porque está situada en plena ciudad de Zamora y por último Confucio inventó la confución. Para no saber qué decir, junto letras que da gusto.

Algo que me fascina nada mas salir de Galicia es la cantidad de cigüeñas que se pueden ver. Mientras que aquí es un acontecimiento, pasados La Canda y el Padornelo se vuelve algo de lo mas habitual. En Burgos hace un par de años todos los postes de la luz tenían nido, de hecho los postes tienen amarrada una plataforma en la parte superior para facilitar el anidamiento. Ambas fotos fueron hechas en Zamora ciudad, en una se ve a mamá cigüeña alimentando a sus dos pollos ya creciditos.

En esta otra una curiosidad, hay que ver cómo giran el cuello hacia atrás en plan yoga y una vez se levantan, qué ruido hacen entrechocando la parte superior e inferior del pico. Mas o menos como quien golpea dos palos de madera, un ruido que una vez lo has escuchado se vuelve inconfundible.

No son asustadizas, por lo menos conmigo permanecían tranquilas mientras le sacaba fotos, aunque no me quitaban ojo de encima. Nada extraño si contamos que generalmente las retrato mientras están en su nido.