Galiciaenfotos.comSin rumbo. Sin prisas. Sin horarios.

Lo sé, soy raro, pero me gusta sacar fotos en los cementerios (y si es de noche, mejor). Habrá a quien le parezca extraño, pero suelen salir imágenes que no dejan indiferente al espectador, con mayor carga emocional que el paisaje de un arbolito al lado del río:

Que sea raro no quiere decir que sea irrespetuoso, ni con quien allí descansa ni con quien está de visita. Aunque uno haya sido educado enfrente de un colegio de pago considero que el respeto a las personas y a las propiedades ajenas es algo básico para la convivencia así que trato de no estorbar, no molestar, no incomodar. Que bien nos iría si más de uno olvidara su egoísmo e hiciera lo mismo.

Póngase una central térmica, un atardecer colorado, un poquito de Photoshop y a ver qué sale:

Algún día hablamos de los vecinos de la zona y porqué tienen las casas cubierta de una capa de hollín que da asco. Que va, no es cosa de la central, nooooo…

Es cierto, sí que existe, yo lo vi cerca de Tuy. Menudo susto me dio el jodío… y amiguito, qué bien te venía una ortodoncia.

Otra foto muy postalera de una ciudad que me encanta por su arquitectura y sus formas decadentes, aunque cada vez que vuelvo la encuentro en general un poco mas estropeada, un poco mas triste, un poco mas descuidada. Una pena, porque si me tuviera que quedar con una ciudad de Galicia y Norte de Portugal, mi elección sin duda sería Oporto (raro que es uno). Ojalá que esos planes para revivir la zona de la Ribeira se hagan realidad.

Muy recomendable pinchar con el ratón y ver la imagen en grande. Mejora un montón.

Si el otro día hablaba sobre yates de alta tecnología, tengo que reconocer que tras un viaje por Cantabria nos han pegado un buen repaso, a ver cómo mejoramos la hidrodinámica, ergonomía y state-of-the-art de este modelo avistado en Castro Urdiales.

Eso mismo, como suena. Y no en cualquier lado, en la puerta de una entidad bancaria en pleno paseo marítimo de Bayona. Aún me duelen los ojos y me despierto en plena noche con pesadillas sobre esa y griega.

Aviso: no pidáis mucha calidad, fue sacada con un móvil y lo que importa es el documento histórico.

Aquí pongo una imagen del castillo de Maceda, con el que tantos problemas hay últimamente. La fotografía original tenía una iluminación bastante pobre por lo que comento siempre, la enorme diferencia de luz entre el cielo y el suelo. Se modificó a base de Photoshop y creo que algo salió ganando.

Y lo titulo así, a secas, sin decir el nombre porque hay que ver la cantidad de pueblos de Lugo similares a éste. Pueblos pequeños, muchas veces casi deshabitados, con esta construcción tan típica: tejados de pizarra, madera vieja y como no, que no falte el campo de repollos. Si nos acercáramos podríamos ver el campo con su cierre hecho de un somier viejo, el coche abandonado bajo el hórreo, los tiestos de claveles hechos de ollas viejas… ese factor común de los pueblos gallegos.

La popularización de la fotografía en internet y la aparición de foros fotográficos como churros lleva a que puedes ver y aprender cada día del trabajo de mucha gente, pero es aparecer una novedad y lo primero que te viene a la cabeza es que si alguien lo hace, tú también lo puedes hacer. ¿Qué ves una persona experimentando con fotografía infrarroja? Pues nada, te compras una lente Hoya R72, te empapas de información en cien páginas donde comentan mil trucos y hale, al monte a experimentar. Al monte o, como en este caso, al río de Sigüeiro (Coruña) que hay bajo el puente de la carretera nacional. Trípode (obligatorio), velocidad muy lenta y una pasadita por el Photoshop para sacar algo así. Consejo fundamental con la fotografía efectista: no abusar. Los efectos especiales acaban aburriendo. Y si no, que se lo pregunten a los devotos del «efecto Mellado«, sus 82.000 fotos igualitas y sus mil halos.

Otra cosa no sé, pero en Galicia tenemos agua para dar, tomar y regalar. Si eres de los que disfrutan con las fotos a los ríos o al verde, esto es lo tuyo.