Hoy voy a levantar ampollas, pero como tengo la ventaja de que esto lo mantengo yo y no le debo nada a nadie, puedo decir lo que opino libremente y al que no le guste, con no volver asunto arreglado. Lo primero, aclarar que no conozco al dueño de este terreno, no tengo nada contra él, no sé las razones que tuvo para construir ese muro, y lo que digo a continuación lo digo genéricamente, no por su persona en concreto.
Cuando vi esta imagen, lo primero que me vino a la cabeza es que estaba ante la perfecta representación gráfica de la mentalidad gallega. ¿Porqué? Porque nos cuesta horrores compartir. Tener una finca y tenerla junto a las de los demás, sin cierres y sin preocupaciones es pedir demasiado. Que venga cualquiera y nos pise los tojos, flor de todos conocida por su delicadeza cual orquidea, nos carcome por dentro. ¡Me están chafando los tojos! Que no me sirven para nada y me estorban un montón, pero son mis tojos. ¿Y si además viene el vecino por la noche y mueve los postes para comerme un metro de finca? En otros sitios se mata por una mujer, en Galicia por una tira de tierra. Lo nuestro lo queremos tener segurito, que se vea que es nuestro, y que se vea bien aunque bordee lo ridÃculo.
¿Asociarse? Ni hablar, preferimos tener una mierda pero que sea mi mierda. Hablo a diario con gente de empresas pequeñas y cuando le mencionas la posibilidad de asociarse con otra para crear una empresa mas fuerte, mas competitiva, lo primero con lo que te saltan sieeeeempre es «si, pero ¿y si me engaña mi socio?». El nunca lo harÃa, pero por un socio no pone la mano en el fuego. Si es que otra caracterÃstica básica de los gallegos es que nacemos desconfiando y vivimos sin fiarnos.
Tenemos muchas, muchas cosas buenas, pero esta mentalidad de minifundio no nos la quitaremos de encima en la vida hasta que hagan obligatorio para finalizar cualquier tipo de estudios vivir dos años allende el Padornelo, a ser posible pasando los Pirineos y lejos de la Casa Gallega de cualquier sitio, que estamos por todas partes siempre dispuestos a juntarnos alrededor de un caldo y un cocido, siempre mirando hacia dentro con tal de no mirar hacia fuera.
Finalizo ya para que puedan insultarme todo lo que quieran. Me encanta borrar comentarios y perfeccionar el sistema de filtrado anticatetos que rige este blog asà que ustedes mismos con sus mecanismos.