Más menhires ya no caben

Escrito por: Jc | Categoría: Coruña | Publicado el: 22-11-2010

El mismo día de la visita al Daisy Market aprovechamos la estancia en Coruña para acercarnos a la torre por decimoquinta vez y, mira tú, que no había caído en el paseo peatonal que hay hacia la derecha según ves la torre desde la estatua de la rotonda del principio de la subida… bueno, el paseo que hay por allí cerca. Si, vale, a lo lejos en una punta se ve una cornamusa, pero no había caído en que además se debía poder llegar a ella por algún lado. La parienta, con los pies cansados tras hacer kilómetros y kilómetros por el Daisy, y no siendo de su agrado pasear con un aire que cortaba hasta las ideas, me dio la bendición y allá que me fui cargando con la cámara, rezando por no ganarme una neumonía porque a todo esto iba uno vestido con configuración de ciudad no apta para visitas al polo norte o asimilados. Empiezo el recorrido y me encuentro este cartel. «Menhir pentacefálico» ni más ni menos. Arredemo, vamos para el otro lado que esto debe ser algo que muerde o algo peor.


Menhir pentacefálico

Emprendemos recorrido en sentido contrario, cinco minutos de caminata para alcanzar una puntita de tierra con forma de acantilado menor en lo alto del cual destacaba la famosa cornamusa realizada de uno de los materiales a los que más cariño les tengo, el hierro oxidado. Obsérvese que no miento (habitualmente) cuando aviso del efecto que la lluvia gallega tienen con estos «monomientos» y fíjense ustedes en los asombrosos chorretes anaranjados que parten tanto de la base de la cornamusa como del tirachinas gigante que la soporta. Foto, paradita, contemplación de la inmensidad del mar, un, dos, respirar, la brisa marina que sale del fondo del mar, y hala, pasamos a la siguiente.


Cornamusa marina

La siguiente, que no era la siguiente parada pero vamos a hacer como si lo fuera. ¡Sorpresón! ¡Un campo de menhires allí plantados! Menhires, sol, luz, cielo azul, agua, aquí me va a salir una foto digna del Oscar fotográfico por lo menos.


Jardín de menhires

Y lo mejor de todo, cómo estaban agujereados se podía ver el mar a través de ellos como si fuera en la televisión. Además, como cada uno tenía el agujero en una dirección diferente, podías ver el mar en muchas direcciones. Impresionante, de veras, es la grandiosidad del arte que nos permite hacer cosas que de otra manera ni siquiera podríamos imaginar.


Menhir con bujero

Visto lo visto, regresé al coche con el ánimo henchido de gozo y una sensación de bienestar que irradiaba tanta energía positiva como para hacer poner las gafas de sol a todo aquel que se cruzaba conmigo. Y todo por unos piedros, mira tú, el día que me toque la lotería primitiva no sé cómo lo voy a celebrar para superar esto.

Ojito donde metes los ojitos

Escrito por: Jc | Categoría: Varios | Publicado el: 01-11-2010

Por la parte trasera de Cabo Busto (Asturias) hay un paseo precioso que recorre varios acantilados por la parte superior, allí las vistas son magníficas desde varios miradores. En uno de ellos estaba este tablón con tres agujeros que parecían dos ojos y una boca (uno, que tiene imaginación). Ideas mías, se me ocurre que podía ver a través de los dos agujeros que forman los ojos para saber qué estaba mirando el poste en ese momento (ocurrente que es uno, insisto).


Tablón con agujeros

Acerco la cara al poste y ¡coño! ¿Qué es esto? ¡El ojo tiene un «okupa» entretenido en ver qué miraba el poste en ese momento! (Nota del traductor: a lo mejor se dice «mirar qué veía el poste», pero es que los de Vigo con esto del mirar y ver tenemos muchas dificultades).


Visitante en el agujero

Ampliamos un poquito más y no puedo precisar de qué bicho se trata, me imagino que un lagarto, lo que sí podemos asegurar es que es de todo menos guapo.


Visitante mas de cerca

Pues menos mal que no acerqué la cara, que si llega a salir el bicho este y pegarme un mordisco, a ver cómo se lo explicaba a la gente… bueno, es que quería saber lo que veía un poste de madera a través de dos agujeros que tiene por ojos y de uno salió un lagarto que me mordió en un ojo a mi…

Qué funcional, qué funcional

Escrito por: Jc | Categoría: Humor, Orense | Publicado el: 20-10-2010

Si la semana pasada hacíamos referencia al paseo del río al lado del balneario de Riocaldo con aquella entrada llamada «Qué bonito, qué bonito«, hoy vamos a referirnos al mismo lugar, unos metros mas adelante donde podíamos contemplar este banco. No sé si es una obra maestra del mobiliario urbano, un elemento de diseño asimétrico rompedor con la tradición, un desliz a la hora de hacer el plano o que a los curritos les dio la hora del bocadillo en medio de la faena y acabaron como pudieron. Sea como sea, allí no me senté. Por si acaso nada más.


Banco sui géneris

Aunque rebuscando en el archivo fotográfico siempre aparece un roto para un descosido y en Panjón tienen algún diseño que no se les queda atrás, más simétrico que el anterior pero igualmente dudoso en su estabilidad.


Banco de Panjón

Piedra y cemento

Escrito por: Jc | Categoría: Coruña | Publicado el: 17-09-2010

Hace tiempo decía que Madeira era el reinado del «piedra y cemento, qué buen invento». En Aguiño no se quedaron atrás, en una península de rocas que sobresalen hacia el mar plantaron un paseillo tamaño autopista con una pasarela tamaño casi Puente de Rande que, hombre, habrá a quien le guste, pero a juicio del incauto relator que estas líneas suscribe se les fue un poquito la mano en las dimensiones y en el volumen de cemento. Ya se sabe que entre un diseño funcional, fino y elegante o un mazacote grandote, el 99% de las veces gana caballo grande, ande o no ande.


Paseo en Aguiño

Conociendo Vigo (III)

Escrito por: Jc | Categoría: Pontevedra | Publicado el: 19-08-2010

Vigo está compuesto de un centro urbano, los barrios periféricos (alrededor del centro urbano), el extrarradio (tirando monte arriba) y unos cuantos pueblos en los alrededores, poblados con los vigueses que escapaban espantados de los estratosféricos precios de la vivienda. Hace cinco años un piso nuevo de tres habitaciones andaba entre los cuarenta y los cincuenta millones, dependiendo de la situación. A la ya de por si natural avaricia de los promotores inmobiliarios había que sumar esa triste figura del revendedor, que compraba tres o cuatro pisos a la promotora para sacarse una pasta revendiéndolos unos millones mas caros justo antes de escriturar (y todo en negro, por supuesto, que pagar impuestos es de pringados), siendo su única misión en este planeta encarecer la vivienda y hacerla aún menos accesible a aquellos que realmente la querían para vivir, aunque para ser justos hay que reconocer que este tema no es exclusivo de Vigo

Volviendo al tema, el centro urbano de Vigo más o menos podríamos delimitarlo por un triángulo en cuyos vértices tendríamos el paseo de Montero Ríos, que se lleva la palma a la hora salir la gente a pasear las tardes de verano (porque los otros nueve meses hace una rasca de cuidado), con su puerto deportivo, su paseo lleno de terrazas, sus jardines y sus gaviotas cagando alegremente sobre los paseantes (sí, yo también lo he sufrido y no, no trae buena suerte).


Montero Ríos

Otro vértice sería la Plaza de América con su maravillosa fuente-rotonda y megaestatua, de cuyo autor y su querencia por los bloques de granito ya hemos tenido alguna referencia en este blog. Mira tú, a lo mejor no es fuente sino bebedero de patos gigante.


Plaza de América

Y por último, el tercer vertice lo compone la Plaza de España, entrada de Vigo según se viene de Orense, a quinientos metros del monte de El Castro (el mejor mirador de la ciudad) y donde destaca sobre todo la estatua de los caballos.


Plaza de España

Cosa curiosa que esta plaza es origen habitual de algunas manifestaciones. Como a los nacionalistas les dan sarpullidos en los dedos al escribir la palabra «España» y conjuntivitis sólo pensar en leerla, cuando quieren concentrarse allí la rebautizan como «la de los caballos». A unos les da por ahí, otros le tiran cáscaras de plátano a los aviones en vuelo para ver si patinan.


Cartel

Tapas con arte

Escrito por: Jc | Categoría: Coruña | Publicado el: 31-05-2010

A lo largo del paseo marítimo de Ribeira y al ladito de la playa me llamó la atención que prácticamente todas las tapas de alcantarilla estaban decoradas con diseños a cada cual mas curioso. Tenemos desde tapas, pero de pulpo…


Tapa de pulpo

A tapas con sirena…


Tapa de sirena

Y rizando el rizo, aprovechar tres tapas para montar un pez espada, que no sé porqué, pero tiene la cola llena de flechazos.


Tapa de pez espada

Tengo que reconocer que soy forofo de este tipo de cosas, me parece muy buena idea convertir objetos normales y corrientes en objetos llamativos que te hagan pensar o por lo menos llamen tu atención.

Leça y Matosinhos (III)

Escrito por: Jc | Categoría: Al sur | Publicado el: 01-05-2010

Pasada la zona portuaria, el faro y el fuerte, llegamos al paseo marítimo en sí. Grandote, ancho, bastante largo, con edificios y locales comerciales a la derecha y playa a la izquierda. Si eres de los que te gusta pasear, estás de enhorabuena porque aquí tienes kilómetros para entretenerte. Si no me equivoco, esta zona creo que se llama Leça da Palmeira. Del puerto hacia Oporto ciudad es Matosinhos.


Paseo de Leça da Palmeira

La foto anterior la saqué desde mas o menos la mitad del paseo. Al fondo de todo se encuentra un faro moderno en perfecto estado e integrado en el paisaje. Al tener el sol a media altura justo detrás mía iluminándolo todo en su justo punto me hinché a sacarle fotos, como está mandado.


Faro de Leça da Palmeira

Callejeando por Villagarcía

Escrito por: Jc | Categoría: Pontevedra | Publicado el: 18-03-2010

A la hora de dar una vuelta por Villagarcía lo prácticamente imprescindible son tres sitios: primero el paseo de la Marina, al que le adjudicaremos una entrada propia. Segundo, la Rua da Baldosa donde se toman los vinos, hay mas chiringuitos por metro cuadrado y en verano se llena de terrazas tan apetecibles como éstas.


Calle de la Baldosa

Y tercero, el río Con, el mismo que inundaba cada dos por tres parte de la ciudad. Si es que basta ver las dimensiones de los ojos de éste puente para saber que a poco que se taponen, que en eso las riadas son especialistas al arrastrar palos, troncos y demás, el follón está asegurado. He leído que recientemente han hecho obras para evitar estos problemas, a ver si es verdad.


Puente sobre el río Con

Paseo del río

Escrito por: Jc | Categoría: Lugo | Publicado el: 09-02-2010

Seguimos callejeando por Sarria y llegamos a lo que el domingo por la tarde estaba mas animado: el paseo del río. Nada como poner un sitio llano con terrazas a los lados para que el personal aproveche los ratitos de sol para salir a estirar un rato las piernas, encontrarse con sus convecinos, soltar a los niños para que se cansen y luego en casa no den mucho la lata o simplemente ver la vida pasar sentado frente a una cerveza.


Paseo del río

Bajando el río nos encontramos la gaita flotante, un símbolo de Galicia navegando tranquilamente río abajo. Por su tamaño es probable que fuera propiedad de algún pato aficionado a la música. Si lo juntásemos con cuatro patas pandereteiras es mas que seguro que salieran en el Luar de la TVG, porque otra cosa no sé, pero panderetas hay viernes sí y viernes también.


Gaita flotante

Mirando al mar

Escrito por: Jc | Categoría: Coruña | Publicado el: 04-01-2010

Tranquilamente, ante la original balaustrada de las playas de Orzán y Riazor. Seguro que de estar ahí en mayo de 2009, en vez de verlo tan tranquilo estaría corriendo a toda mecha en el mas puro estilo sálvese quien pueda. Si no sabéis porqué, echad una ojeada a este espectacular vídeo porque merece la pena. Aquí tenéis también un relato de la faena, de veras impresionante. Y es que cuando el mar se cabrea, se cabrea de verdad.


Barandilla de Riazor

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