Arriesgando el tipo
Escrito por: Jc | Categoría: Varios | Publicado el: 21-10-2010
A veces va uno caminando después de sacar una foto y de pronto ves otra foto desde un lugar inesperado, que incluso puede ser en medio de la carretera como este caso, asà que con cuidadito esperas que no venga nadie, te vas al medio del asfalto, enfocas, mides, encuadras y disparas. Igual no sale a la primera, ni a la segunda, o a la tercera tienes dudas, miras la cámara, compruebas, cambias de encuadre, te olvidas dónde estás… cualquier dÃa me voy a encontrar un camión de muchas toneladas hacia mi a toda mecha
Para eso no hay mejor alarma que la parienta al otro lado del carretera. Tan pronto ve otro vehÃculo a dos kilómetros ya me está llamando inconsciente, alocado y otras cosas más que no se pueden mencionar aquÃ.
El asfalto de la última hornada de los probados en la pista de pruebas de la DGC qué tiene en la carretera de Colmenar Viejo.
Me recuerda una de esas pelis estadounidenses en las que los primeros fotogramas son una lámina de asfalto y luego una sucesión de ondulantes badenes y ,por fin, un Bùick del 73 o un Mustang acercándose mientras de fondo suena un blues con acordes de guitarra acústica……..(a toda pastilla :el diablo sobre ruedas les pisa los talones y…Continuará)
Tal vez ella tenga razón,alg´n dÃa te aparecerá «el diablo sobre ruedas»(un International,Un Scania de morro,) y tengas que poner pies en polvorosa(santa cristina) pisando a tope tu acelerador hacia uno de los muchos acantilados que fotografÃas para deshacerte de él.Antes habrás sufrido lo tuyo para mantenerte calculador y a la vez recorrer obligado muchas más carreteras y a la vez fotografiar un montón de lugares pues una «ansia viva» te impide contener las ganas de fotografiar los paisajes por donde desgraciadamente tienes que pasar apurado para no ser alcanzado por «EdsR».Finalmente lo lograrás y tu vehÃculo despeñado con el gran gigante en el fondo de un barranco te llevará a echarte las manos a la cabeza y una risa terrible se apoderará de tà mientras tus manos temblorosas marcarán el número de ella en el móvil y balbuceando dirás:.-ven a por mÃ, qué tengo frÃo….Ella ,después de oir tu relato, te dirá:.- ya te dije qué algún dÃa tu obsesión por la fotografÃa te iba a causar un disgusto.Te llevaste el chaquetón.¡Jesús,Jesús, cuánta sangre me consume este mi X.C!!!.
cuanto te entiendo… 😉
Beato, más que «llevaste el chaquetón» me preguntarÃa si por lo menos llevaba calzoncillos limpios como también harÃa mi madre, que menudo papelón si me llevan a un hospital… 🙂
Merce, efectivamente. Es eso que lo ves y no puedes contenerte, ponerte en medio de la carretera, subirte a lo alto, tirarte al suelo. Es ese «ahà hay foto». Y no digamos lo que joroba ver después las imágenes y darte cuenta que no has sido capaz de sacar lo que habÃa allÃ. 🙂
Tu tranquilo que si te pasa por encima un camión, como mucho te pasa como en los dibujos del Correcaminos. Por supuesto tu harÃas el papel del Coyote.
Por supuesto, si es que además yo era de los que iban de parte del coyote, no del correcaminos. 😉
Llegados a ese relato ya me imagino a X.C. como una hoja de folio aplastado por la terrorÃfica excavadora Caterpillar 109 en aquella pelÃcula en la que cobraba vida pues un meteorito se le introducÃa dentro del motor al caer hacia tierra.Je,je, otro » DsR» para ya poner las cosas difÃciles.Y él con esa maldita «cruz» , esa obsesión enfermiza y algo voluptuosa de sacar fotos aunque el peligro le pise los talones.Esa excavadora C 109 qué enfurecida y levantando su pala de acero como una gigantesca boca carnÃvora que más que morder sólo pretende tronzar al dejarla caer de un golpe seco sobre el cuerpo aterrado del fotógrafo que con absoluta frialdad aún dispara su cámara para sacar ese plano inferior a una pala que se le echa encima.En el último instante le da tiempo a reaccionar y retirarse de debajo y huir una vez más.Con una sonrisa jadeante y los ojos fuera de sus órbitas mientras coloca una nueva baterÃa corriendo a paso descompensdo por el terrible dolor que le produce el ir hinchándose y recuperando su forma «algo más llena» y dejando de ser una simple hoja de papel.Ahora está tremendamente agradecido a ese poder o»cualidad» que adquirio el dÃa que lo empujaron a una cuba de celulosa cuando fotografiaba la fábrica de MarÃn.Desde entonces cuando revela fotos sabe que no tiene que recurrir a Kodak para abastecerse de soporte de impresión, él es la impresión,es «Impresión: el fotógrafo tornasol».Ël sabe,gracias a este poder ,que ya no necesita papel Scotess, pues el es autónomo y autárquico.No necesita de cambio de ropa interior pues la suya es de usar y tirar.Sólo teme a una cosa; cuándo está en Santiago y después de comer unas almejas en los Francos o unas lentejas en el TÃo GAllo siempre mira al cielo para saber si llueve.La lluvia le causa un pavor terrible.Es como la kriptonita ,en su amigo de los periódicos,Supermón(cho).la lluvia lo disolverÃa de la misma forma que la tinta china se clarea y da lugar a la aguada tenue y apetecible.
Aquel poder que al principio le producÃa sequedad en la boca.Agorafobia cuando los mendigos del parque se le quedaban mirando como el que sabe que esa noche tendrá con que taparse.Ese trapero que rebusca en las papeleras y al paso por su lado se voltea y dice:.-¡Bacalao,bacalao…!.El cristalero de Claro Sol que le envidia su capacidad de absorción como cual compresa alada quie revolotea por la entrepierna de una etérea idea femenina.Ese poder inimaginable que al constiparse por un leve resfriado se restriega con la manga el moquillo y va retiando plieges de su muñeca para reemplazar una envoltura nueva.
¡Menudo papel!.Esa capacidad salvadora que ante una ráfaga de viento lo levanta y lo traslada a u lugar seguro fuera del alcance de la Caterpillar 109……Qué papelón!.