Destino Madeira (XI): excursión al oeste
Escrito por: Jc | Categoría: Al sur | Publicado el: 12-12-2009
La segunda excursión ya fue otro cantar. Ibamos en un minibus con un conductor local llamado Nuno radicalmente opuesto a la guÃa de la primera. Hablaba, la mitad para explicarte lo que ibas viendo y la otra mitad para hacerte reÃr. Nada mas subir al minibús nos agradeció que hubiéramos contratado la excursión y aclaró que habÃan pensado enviarnos al mejor conductor de Madeira, pero como se habÃa despeñado por un barranco el dÃa anterior, al final le habÃan enviado a él que era el segundo mejor. Y debÃa serlo, a juzgar por la asombrosa capacidad para conducir por carreteras de montaña mientras enviaba mensajes SMS con su Iphone. De ahà podÃa pasar a explicarnos jocosamente cómo todos los madeirenses sufrÃan si sabÃan que Cristiano Ronaldo habÃa dormido mal, los tejemanejes de su señora madre para que acabara jugando en el Sporting de Lisboa, la leyenda del conejo gigante de dos metros de Madeira, cuántas copas de poncha se necesitaban para saber hablar portugués y mil cosas mas. Creo que cuando quedó la plaza de conductor de minibús excursionista libre pillaron a uno del Club de la Comedia, le preguntaron si sabÃa conducir y cuando dijo que sÃ, hala, padentro a currar.
Primera parada en Cámara de Lobos, pueblo marinero con ambiente marinero, famoso por venir Churchill de vacaciones a pintar cuadros y por estar invadido de turistas. Lo mas conocido, visitado y fotografiado, el faro.
Segunda parada en el mirador de Cabo Girao, el acantilado mas alto de Madeira con casi seiscientos metros hacia arriba. Alguien mas tuvo la misma idea, creo…
Asomándose al mirador se veÃa el mundo allá abajo, muy, muy, muy chiquitito. El problema de las fotos es que a veces no hacen justicia al panorama y especialmente cuando no hay referencias para saber si es muy grande o muy pequeño.
La única referencia es aproximar esa zona de labradÃo arriba a la derecha y comparar con la foto anterior, pero ni asà os imagináis la sensación de altura desde el mirador.
Bajamos a Ribeira Brava, playa, club náutico, interior del pueblecito tÃpicamente portugués, entretenido para pasear. Esto que véis es la costa tÃpica de la isla: una cala con una playa de grava negra rodeada de acantilados.
De Ribeira Brava se empieza a subir hacia la Encumeada, un monte en el centro de la isla desde el que ves ambas costas de Madeira, por un lado el sur y por el otro, la costa norte allá a lo lejos. Las vistas eran magnÃficas y la ventolera impresionante.
Es curioso que en lo alto del monte de la Encumeada hay unas tremendas rectas sobre la montaña, raro sobre todo porque la subida y la bajada os podéis imaginar cómo es, carretera de montaña pura y dura. Y Nuno dale que te pego con el Iphone y sus SMS…
Por último Porto Moniz, probablemente la ciudad mas importante del norte. Orientada al turismo que viene a bañarse, con sus piscinas de agua marina (en la foto), un tremendo peñasco enfrente con un faro encima, otras piscinas naturales de agua salada hechas aprovechando lo que parecÃa ser roca volcánica, etc.
En resumen, excursión bonita, entretenida, mucho mas llevadera gracias a Nuno, me pegué tal hartón a sacar fotos que hubo que hacer verdaderos esfuerzos para seleccionar las ocho que véis. Ahora, conforme pasa el tiempo y voy contemplando el viaje desde la distancia me doy cuenta de todo lo que vimos, vivimos y anduvimos, que fue mucho.