Pequeñas miserias cotidianas

Escrito por: Jc | Categoría: Pontevedra | Publicado el: 08-06-2010

O cómo la inauguración de un «Monumento al donante» se convierte en un nuevo ejemplo de que los políticos cuando quieren ser miserables, no hay quien les gane. La historia del asunto, aquí. Ellos a chincharse mútuamente y a los donantes, que les den dos duros. Lo verdaderamente triste es que es el claro reflejo de la calidad de los políticos de Vigo (por ambos bandos), anteponiendo desde hace mucho tiempo sus intereses a los de los ciudadanos.


Monumento al donante

Ya puestos aprovecho para comentar que el monumento se encuentra delante de uno de mis edificios favoritos de Vigo, el del huevo cósmico en el tejado, y que debe hacer unos veinte años que soy donante de órganos. Apuntarse fue tan fácil como pasarse por la página de Alcer, cubrir un formulario y al poco tiempo te mandan una tarjeta que llevo conmigo. Soy incapaz de entender a esa gente que en estos casos no dona todo lo donable o no se da cuenta que puede haber alguien con mucha vida por delante tirado en la cama de un hospital esperando la llegada de un órgano simplemente para no palmarla.

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