Destino Madeira (XIII): catamarán y delfines
Escrito por: Jc | Categoría: Al sur | Publicado el: 26-12-2009
Otra de las excursiones habituales en Madeira es salir a dar una vuelta en un barco para avistar delfines, ballenas o lo que se tercie. El catamarán es como éste y aunque no se aprecien las dimensiones, debe tener una capacidad aproximada para cien personas.
No podÃa ser de otra manera, el dÃa que escogimos para salir en barco es el dÃa que la nube escogió para aparecer por la bahÃa de Funchal. Para mi mejor, ya me imaginaba todo el viaje metido bajo un toldito para evitar el sol, pero bastante peor para la gente que querÃa aprovechar y asolearse un rato. Zarpamos, a los diez minutos nos encontramos con una manada de delfines y, fijaros bien, una réplica de una carabela que hace el mismo recorrido que los catamaranes. A la hora de escoger la excursión nos avisaron que los catamaranes son mas estables, se mueven menos asà que si alguien tiene tendencia al mareo ya sabe qué elegir.
Ver aparecer un montón de delfines dando vueltas alrededor del barco, saltando y jugando siempre es bastante espectacular. Además como son unos animales que les caen simpáticos a todo el mundo da gusto verles hacer monerÃas. Es complicado sacarles fotos porque si bien los ves en el agua, no sabes cuando van a emerger, hacen cambios bruscos de dirección, aparecen más ejemplares por otro lado y te vuelves loco para seguirlos con la cámara.
Prácticamente todo el recorrido de ida lo hicimos a motor. Llegamos al pie del Cabo Girao, que mirad si es impresionante comparándolo con el tamaño de la carabela, y allà se paró el barco para que quien quisiera pudiera bañarse un rato. No estaba el tiempo meteorológico para mucho chapuzón, poca gente optó por tirarse al agua y al rato reemprendimos la vuelta a vela primero y a motor después.
En el puerto tienen una pizarra donde indican qué avistamientos hubo ese dÃa y me fijé que habitualmente indicaban delfines, tortugas o una ballena tropical. Esta vez sólo vimos delfines, excepto unos que debieron beberse mas de una docena de cervezas cada uno (palabrita, oiga, cogieron sitio delante del bar y de allà no hubo quien los moviera) que probablemente vieran elefantes rosas, hipopótamos voladores y ballenas a reacción.