Cambio de rumbo en Galicia
Escrito por: Jc | Categoría: Varios | Publicado el: 02-03-2009
Hoy han sido las elecciones y el pueblo gallego, mayoritariamente, ha decidido que quiere un cambio de gobierno. El pueblo gallego ha decidido que no le gustaban las formas del gobierno actual y ha escogido cambiar. ¿Dónde ha estado el quid de la cuestión? Desde el punto de vista de una persona corriente como yo, Touriño no me ha parecido mal presidente pero gobernar lastrado por el bipartito le ha hecho mucho daño por los radicalismos del BNG y, sobre todo, de las juventudes nacionalistas en una tierra famosa por su moderación. El espectáculo de violencia mostrado en la manifestación de Galicia Bilingue hace un mes en Santiago a mas de uno le harÃa pensar si querÃamos seguir por el camino de Euskadi o era hora de cambiar un rumbo equivocado. Sumándole a eso lo que cuesta hoy en dÃa ganar cada euro, esos aires de nuevos ricos con dinero ajeno, Audis millonarios y paseos en yate, remató la faena. Estaban convencidos los gobernantes actuales de mantenerse en el poder pero olvidaron que los gallegos somos vengativos a la callada. No dimos señales previas, no nos dejamos amedrentar por las llamadas al miedo, los carteles con el «¿Quieres que vuelvan?» y les castigamos en silencio. La vida es asÃ, ustedes se olvidan de nosotros, nosotros no perdonamos.
Este es el palacio de Rajoy, sede de la Presidencia del Gobierno gallego. En breve será residencia de Alberto Núñez Feijoó, desearle el mayor de los aciertos en sus decisiones y que nunca olvide que está al servicio de los gallegos, no los gallegos a su servicio ni que sus promesas electorales son promesas y como tales, deben ser cumplidas. Si no lo recuerda bien o prefiere no recordarlo, ya nos ocuparemos de refrescarle la memoria en próximas elecciones, porque esa será su casa mientras los gallegos queramos.
A estas horas, el presidente Touriño y Anxo Quintana reconocen la victoria electoral de Núñez Feijoó. Lo deseable serÃa que todos comprendieran que el pueblo gallego ha elegido y nos ahorraran tanto excusas de mal pagador como lloriqueos por el poder perdido para no reconocer lo que entre todos hemos decidido: tuvieron su oportunidad, no lo han hecho bien y no les queremos en el gobierno.