Galiciaenfotos.comSin rumbo. Sin prisas. Sin horarios.

Si sois de los que vais a coger setas para coméroslas después, cuidadito, mucho ojo porque este año vamos camino de batir el récord de intoxicados y la cosa no es broma, eso de transplantes de hígado me tiene una mala pinta que no veas. Que no sólo es venenosa la de la casita de David el Gnomo, si no sabéis si una seta es o no comestible me lo pensaría dos veces antes de hincarle el diente, que están las cosas muy achuchadas como para perder lectores del blog.

Si, pero qué seta, medía casi dos cuartas de alta. Una de las cosas en la que caemos a veces los fotógrafos es que extasiados en la contemplación de un fenómeno como el tamaño de la seta, olvidamos que una vez en imagen hemos perdido las referencias que nos hacen asombrarnos. ¿Cómo sabemos que la seta es grande o pequeña? Por comparación con el resto de los elementos de la foto, y aquí creo que no hay nada que nos permita establecer sus dimensiones. Por eso en fotografías de algunas ciencias se pone un pico, un paquete de tabaco, un boli bic, algo que permita determinar el tamaño de lo que queremos mostrar.

Como es evidente la foto no es de las últimas que he sacado, procede de principios de diciembre del año pasado. El algodón y el colorido no engañan y esos tonos no son de verano ni de primavera.

Aquí dejo foto de una seta francamente no muy recomendable para merendar, llegada la época aparecen un montón por los campos gallegos. Se supone que en una de ellas vive David el Gnomo, de ahí el título. Da gusto fotografiarlas porque esos colores vivos sobre fondo verde, a poco que haga sol brillan que da gusto. Como ésta me había salido un poquito movida, le añadimos «grano» a la imagen como en las fotos antiguas y hala, entrada pitando pal blog…