Perdón por estos tres dÃas de silencio sin contestar comentarios, pero estaba a cuatrocientos kilómetros de casa, desintoxicándome de internet e intoxicándome con cañas, vinos y montones pinchos variados en una ciudad que me encanta: Salamanca. Por supuesto, cumpliendo también con tradiciones varias como pueda ser visitar la famosa rana salmantina.
A partir de mañana a ponerme al dÃa, empezar a preparar fotos del viaje y mostrarlas aquÃ, porque anda que no vi cosas curiosas…