El mejor entierro de mi vida
Escrito por: Jc | Categoría: Varios | Publicado el: 06-05-2009
Hay dÃas bonitos, hay dÃas feos, y hoy tocó uno feo: el entierro del padre de una conocida. Cada vez que toca ir de entierro me sorprende cómo el ritual mortuorio en Galicia parece mas pensado para machacar a la familia que otra cosa. Primero una larguÃsima estancia en el tanatorio donde cada poco tiempo te ves con una persona que o te transmite su cariño, o una frase hecha, o viene porque reparten las galletas o porque tu madre fue al entierro de su cuñada. Presentados sus respetos, es como si desaparecieses y se ponen entre ellos de cháchara comentando el último partido de fútbol o las andanzas por sabe dios dónde. Sobre la costumbre de tener al difunto en exposición o los comentarios sobre su aspecto mejor ya ni hablamos. Luego viene el paseo en procesión hasta el cementerio, donde se da lo que es a mi entender el peor momento del entierro: meter el ataúd en el nicho mientras la familia permanece plantada delante de aquel agujero que una persona tapona con una losa a la que le va echando cemento. Es recordar ese ruido de la paleta removiendo cemento y me da dentera. Solo por evitarle este momento a mi familia estoy totalmente a favor de la incineración. Unas cenizas que esparcir por cualquier bosque y tan contentos.
En mi vida sólo he asistido a un entierro distinto. Un amigo ya fallecido dejó indicado que no querÃa misas, no querÃa funerales, no querÃa lágrimas y sà una fiesta un mes después. Dicho y hecho, no hubo misa, no hubo funeral, hubo lágrimas (no todo iba a ser perfecto), un mes después nos reunimos delante de una buena mesa con mucha comida y mucha bebida para honrar su memoria. Hubo momentos alegres, hubo momentos tristes, hubo momentos emotivos, pero con diferencia fue el mejor entierro de mi vida.