Funchal ciudad ocupa una ladera que baja hasta el mar. En esta foto podéis ver el aspecto general: playa de piedras oscuras, el paseo marÃtimo con sus palmeras, mucha cuesta y ausencia de rascacielos. Algo curioso es que fuera del centro combinan las casas tradicionales con casas modernas tipo cubo acristalado sin ningún tipo de complejos.
El paseo marÃtimo es prácticamente el centro de la ciudad. Hay varias calles peatonales, el puerto, restaurantes, puestos donde puedes contratar excursiones, paseos en catamarán, etc. Esta foto está sacada desde un enorme jardÃn público que va hacia la zona del Lido.
Justo al acabar el paseo está la Cidade Velha, parte del casco antiguo donde destaca el castillo de Sao Tiago que hoy es museo de arte contemporáneo. También hay unos cuántos restaurantes y es un sitio perfecto para cenar, bastante mejor que los restaurantes del propio paseo marÃtimo.
Las calles del centro son calles tÃpicas portuguesas con su aspecto avejentado, decadente, venido a menos. Si no os dicen dónde es, con esa distribución de calle adoquinada, plaza y edificios antiguos podrÃa ser cualquier ciudad de Portugal.
Una de las calles mas animadas es la paralela al paseo marÃtimo, aceras muy anchas, jardines, tiendas y terrazas donde practicar mi deporte favorito: ver la vida pasar.
El comercio cierra sobre las 19:30 (20:30 en España) y a partir de ahà la animación en las calles desciende bastante. Muy poca gente pidiendo en la calle y dÃa tras dÃa eran los mismos cuatro pobres que andaban a su aire sin acosar a los turistas. Ni chorizos, ni nadie con aspecto de indigente «profesional» que tanto se ve por aquÃ. Se veÃa policÃa como si cada calle importante tuviera un par de policÃas fijos. La sensación era de seguridad total. Como es costumbre caminábamos sin rumbo, nos metimos por toda cuanta calle nos apeteció incluso de noche y ningún problema.