Otra de las bodegas que visitamos durante el último viaje a La Rioja fue Ysios, en Laguardia, aunque de esta vez nos limitamos a ver el edificio diseñado por Santiago Calatrava.
Llama la atención sobre todo por las ondas del tejado, aunque vista desde la distancia queda en medio de un prado y sin nada de especial interés alrededor. No visitamos el interior porque habiendo pasado por otras dos, al final te vienen enseñando mas o menos lo mismo: donde separan la uva del tallo (despalillar), donde la exprimen, las cubas de acero inoxidable donde lo almacenan primeramente, luego la sala de barricas, una cata de prueba, etc.
Uy! te ha salido pixelada jajajajajaja
Mira que me gusta este sitio eh?
casi podrias decir que estuviste de vacaciones en el planeta rojo 🙂
Buenas tomas!!
🙂
Y tanto que parece pixelada, aunque vayas con una cámara de medio megapixel, llega y sobra. Esta es bonita, pero me decepcionaron los alrededores e incluso la parte de atrás del edificio, que está en hormigón puro y duro. Mucho mas bonita la del Marques de Riscal. A ver si le echo ganas y pongo fotos de otra que visitamos, totalmente artesanal, la de la familia de Samaniego (el de las fábulas).
¿Vacaciones en el planeta rojo? Más bien en el Planeta Moña, la cultura del vino-pincho es terrorÃfica… 🙂
Bueno, el edificio espectacular pero ¿hacen buen vino? No hace mucho leà que muchas de esas bodegas de diseño no estaban sobreviviendo a la crisis. Al parecer la gente encuentra caro el pagar 40 eurolos por una botella de lÃquido rojo.
El vino que se comercializa es bueno, porque antes de poderse vender tiene que pasar unos análisis del Consejo de la Denominación de Origen Rioja y si no alcanza los requerimientos mÃnimos les obliga a venderlo a cosecheros como vino de mesa.
Tampoco hay que irse a los a 40 euros para conseguir un buen vino. Un reserva de una añada calificada como excelente (con el que 99% del personal vamos que chutamos) se consigue por trece euros:
http://www.tuvinoencasa.com/Marques-De-Riscal-Reserva.html
Quizá la pega es que para sobrevivir hay que tener clientes, hace unos años todos se apuntaron a carro de subir los precios notablemente con la historia del diseño y la «cultura del vino». Me imagino que ahora que la gente anda peladÃsima y lo primero que eliminas es ocio y vicios, no se vende y hasta luego a la bodega…