Para casi acabar la serie dedicada a las cosas del amor, el único, el inimitable, el rey de la pintada en pleno paseo del rÃo en Viana. Una de dos, o Inés cae rendida a sus pies, o le coge por la oreja y le hace limpiar el suelo con la lengua. Yo voto por la segunda opción. Es menos romántica pero mas educativa, porque como cunda el ejemplo nos podemos ir preparando.
Isaura, si es capaz de irse a una playa perdida con su spray de pintura para declararte su amor en un bicho de esos de hormigón que probablemente verán sólo cuatro pelagatos, es que de veras te ama. Claro que, o bien se llama 16, o bien se ha olvidado de firmar, asà que espero que sepas quien es el autor de la pintada porque yo no tengo ni idea.
Filipe, ama a Filipa. Visto en un faro de Viana. Dado que la inscripción está fechada en 1.998, colegimos que en Portugal, los faros los pintan francamente poco.
No es la primera vez que menciono Nazaré en este blog, situado junto a la costa mas o menos en la mitad de Portugal, con su playa y su funicular centenario. Estos dÃas encontré un par de fotos en que se ve, no el actual (ha sido renovado) sino el anterior. Cosas de las fotos de hace unos años. En esta se ve la vÃa de subida, el sitio donde se cruzan, un funicular subiendo y otro bajando. Para quien no los conozca, ambos están unidos por un cable y el que baja «tira» del que sube para ayudarle.
Aunque en la primera foto no se aprecia la inclinación de la subida, en esta segunda sà que se ve. Es esa lÃnea diagonal que sube hacia la derecha en la falda del monte. Y el acantilado una verdadera preciosidad, tanto por este lado como por el otro.
Como pueblo poco mas tenÃa que ver, el mar, la playa, el acantilado y subir en el funicular. Sin embargo, en la zona que va desde Nazaré a Lisboa hay mucho, pero mucho que ver: playas, acantilados, monasterios, castillos, etc. Para mi gusto, la zona mas interesante de todo Portugal.
Aquà tenéis una foto del Castillo de Guimaraes, a la que no le daba mayor mérito, y mira por donde a cuenta de los comentarios sobre el Monasterio de Alcobaça me he enterado que es una de las siete maravillas de Portugal.
Pues si he de ser sincero, de Guimaraes siempre me gustó mucho mas el Palacio de los Duques de Bragança, mas bonito, mas variado, lleno de chimeneas, con techos, tapices y vidrieras muy apañaditos, pero eso ya va con los gustos de cada cual. Sea como sea, si vas a Guimaraes aprovecha que están juntos y visita los dos.
Un sepulcro que es el recuerdo de la primera telenovela portuguesa. Pedro de Portugal se casa por poderes con doña Constanza Manuel. Cuando Constanza llega a Portugal, don Pedro no tiene mejor idea que enamorarse de Inés, dama de compañÃa de la reina, y se convierten en amantes. Muerta Constanza durante un parto, se casan Pedro e Inés pero a Don Alfonso IV, padre de Pedro, no le sienta bien el asunto. Primero la destierra y visto que no calman los ardores, la manda matar pese a los cuatro hijos que tenÃa con Pedro. Como era de esperar, éste se cabrea y encabeza una revuelta, pero en ocho meses se aplaca, vuelve a casarse y tiene otro hijo mas. Muerto don Alfonso, Pedro captura a dos de los asesinos y los manda torturar hasta la muerte en su presencia mientras, según se dice, come tranquilamente. Manda construir un precioso sepulcro en Alcobaça donde enterrar a Inés, si bien antes engalana el cadáver, lo sienta en el trono y hace que los nobles besen su mano (la de ella, que tiene mas gracia) como sÃmbolo de respeto y vasallaje. Años después, antes de morir el rey ordenó hacer otro sepulcro para él junto al de Inés. Y luego dicen que en la edad media se aburrÃan. Si queréis leer la historia completa, echad una ojeada aquÃ.
Tras muchos dÃas, semanas e incluso meses en que lo habitual era una sucesión de cuatro elementos: viento, lluvia, tormenta y nieve, solos o en grupo, esta semana nos ha sorprendido con un tiempo mas o menos primaveral y un fin de semana espléndido en lo meteorológico. El cielo azul, el calor del sol, esa luz, creo que prácticamente todo el mundo debió salir a la calle a pasear. Yo pasé por cierta playa del norte de Portugal que me encanta, desde la que se ve la desembocadura del Miño, el monte Santa Tecla y la Insua, esa pequeña islita portuguesa con fortaleza incorporada. Podéis ver a los mas valientes en la arena, tomando el sol o pescando, retratados por un servidor desde el pequeño paseo marÃtimo.
Mañana es domingo, mañana hay pronóstico de sol, mañana serÃa pecado no aprovecharlo para hacer una escapada todo el dÃa. ¿Donde? Ya me lo dirá mi almohada.
Cuando nos hablan de Tenerife lo primero que nos viene a la cabeza es sol, mar y playa. Sin embargo además de la playa al noroeste de la isla también tienen una zona impresionante llamada los acantilados de Los Gigantes, paredes totalmente verticales que caen directas al mar. De pelÃcula darse un paseo en barco y navegar cerquita de estos.
Asà que aprovéchalo, no te quedes viendo la tele, sal y disfruta atardeceres como éste en Viana.
Nota: sobre lo agradable que resultar estar al lado del rÃo en dÃas de frÃo pelón mejor no digo nada…
Recomendación cuando vayas de visita a un sitio que no conoces: mira adelante, atrás, a la izquierda, a la derecha, abajo y hasta arriba, o te puedes estar perdiendo algo tan bonito como el techo de la iglesia del Bon Jesús, en Braga. En estos casos y debido a la escasez de luz, apoya uno la cámara en el suelo o en un banco con el temporizador puesto y hala, que saque la foto ella solita que la tengo bien enseñada.
