Galiciaenfotos.comSin rumbo. Sin prisas. Sin horarios.

Es curioso cómo cambia una misma foto del blanco y negro al color, y no digamos ya si usamos un contraste muy alto o muy bajo. Por ejemplo, este arbolito. Sabemos que están ahí. Que nos observan. Que nos siguen con la mirada. No nos quitan ojo de encima y sin embargo no distinguimos qué es… resulta hasta inquietante…

Una vez que aparece el color, las cosas cambian. Tanto lío y al final sólo eran unas cuantas palomas. Contarlas puede ser un magnífico entretenimiento para una tarde aburrida de domingo o un lunes sin ganas de actividad mental.

Catorce de septiembre, por la noche sólo diez graditos pero por el día, el verano sigue aguantando como un campeón con esos cielos azules y despejados, esa luz y ese sol tan agradable. Mucha gente en Playa América disfrutando lo que se pueda porque aquí ya se sabe, casi podemos contar los días que quedan para vernos con chubasquero, bufanda y botas de agua.

Fotográficamente, comentar que son mis primeras experiencias con una Nikon D40, la reflex digital mas baja de la gama que compré de segunda mano (a ver si esta no se me cae). De uso similar a mi Canon, me resulta sorprendente ver cómo las fotos salen mucho mas llamativas, los colores mucho mas vivos. La diferencia sobre todo con el azul de los cielos es increíble.

Si la ves, cambia de dirección. No te fíes de sus colores. No trates de ser su amigo. No la mires. No te acerques. No respires en su presencia. No intentes tocarla o te acordarás toda la vida. Es la perversa, la malvada, la cruel procesionaria del pino. Si no me haces caso, recordarás mi consejo mientras te rascas como un loco.

Ocho de septiembre, 1:00 am, sólo 13ºC en el exterior. Si ya lo decía yo, que el otoño se acerca pero a todo trapo. En años anteriores, este mes había sido bastante bueno incluso con días de playa. Este, en cambio, viene revuelto y fresquito. Dentro de nada es octubre, estamos encendiendo la calefacción, viendo las hojas amarillear, las gotas colgando de las hojas y los fotógrafos emocionados porque a) no hace calor, b) no se va a la playa, c) hay otra luz, otro color y d) se hacen fotos como esta.

Es lo que hay que hacer para sacar fotos y mas fotos, vencer la pereza y salir mundo adelante una vez y otra vez, a ver qué nos pone el mundo delante de la cámara. Tanto kilómetro deja huella en uno y en otras cosas, como los neumáticos, así que llega un día en que te preguntas coño… ¿qué es eso que se ve por un lado de la rueda? Nada especial, sólo el aviso de que mañana sin falta las tienes que cambiar.

Y el coche ni una queja, ni una mala cara. Como se nota lo bien acostumbrado que lo tengo.

Varias son las señales que advierten que el verano llega a su fin. Primero esas tormentas de rayos y truenos, que ya tenemos aquí, durante varios días seguidos. Luego aparecen cientos de estas flores:

Siempre me han llamado la atención. Son uno o varios bulbos que permanecen quietecitos todo el año. Al final del verano despiertan a la vez, aparece primero un tallo grueso saliendo del suelo, otros cuantos a continuación y finalmente en un par de días van abriendo una tras otra. Duran menos de un mes, se secan y al acabar septiembre sólo queda el tallo pelado. Hasta el año que viene no vuelven a salir.

Por último ya sólo faltan esos días de viento que arremolina las hojas caídas y señores, el otoño está aquí…

Llegada cierta época, calles y postes, pueblos y ciudades, se pueblan de pancartas del tipo «X e Y se casan» u otras frases mas cafres que dejan el intelecto del autor al nivel de las amebas. Para todos ellos, indicarles tres cosas:

• Estas pancartas ya eran horteras hace diez años
• Al 99,999999999999999999999% de la población española le importa un pepino quien se case
• Los que se casan os ríen la gracia pero en realidad piensan que estábais ausentes el día de reparto de cerebros

Hala, si no lo decía, reventaba.

NOTA POSTERIOR: tengo que entonar el «mea culpa». A cuenta del comentario de Penélope me he dado cuenta que quizá las pancartas ilustrativas son muy «light» y no muestran lo que yo quería expresar. Mas bien me refería a esto (y otras cosas peores):

Pancarta fina, educada y elegante donde las haya…

Galiciaenfotos ya tiene su propia imagen en Wordle.net. Es esta:

Se puede ver mas grande aquí. ¿Y esto qué viene siendo? Una representación gráfica de muchas de las palabras contenidas en la página. Gracias dios porque no sé qué haríamos si tuviéramos que pasar el día delante del ordenador sin todos estos entretenimientos inútiles que nos brinda internet.

Por favor, déjense de tanto debate inútil, déjense de inventar problemas donde no los hay, dejen de tirar el dinero en idioteces o autobombo y aprovéchenlo para viajar. Apunten lo bueno que tiene la ciudad donde vayan y al volver, aplíquenlo a la suya. Repitan la faena una y otra vez, a ustedes probablemente les irá mejor y a nosotros seguro que sí, en parte porque mejorarán nuestra calidad de vida y en parte porque al tenerlos un tiempo alejados, la calidad de vida mejora solita.

Por ejemplo, ahí fuera prestan bicicletas, ¿y aquí a qué andamos?

Aquí dejo foto de una seta francamente no muy recomendable para merendar, llegada la época aparecen un montón por los campos gallegos. Se supone que en una de ellas vive David el Gnomo, de ahí el título. Da gusto fotografiarlas porque esos colores vivos sobre fondo verde, a poco que haga sol brillan que da gusto. Como ésta me había salido un poquito movida, le añadimos «grano» a la imagen como en las fotos antiguas y hala, entrada pitando pal blog…