Escrito por: Jc | Categoría: Coruña | Publicado el: 20-09-2010
Finalizamos la visita con la repetición de lo que ya indicábamos hace quince dÃas, qué lástima que no esté más cuidado porque daba pena pasear por el medio de una iglesia enorme y encontrar goteras y musgo hasta en el altar.
Por no decir nada de las zarzas cayendo desde la parte superior. Salvo los monasterios que están totalmente en ruinas, nunca habÃa visto uno con tal sensación de abandono. Asombradito te quedas pensando en lo que podÃa ser aquello y no es, o en las chorradas en las que luego se tira el dinero. En fin, somos asà y nadie nos va a cambiar…
Escrito por: Jc | Categoría: Coruña | Publicado el: 13-09-2010
Otra sorpresa más, dos habitaciones con murales en sus paredes. Que se distingan es obra del milagrito milagroso de la fotografÃa, porque ambas salas estaban en la penumbra y con olor a humedad. Motivos religiosos, por supuesto, y daban la impresión de estar sin finalizar.
Escrito por: Jc | Categoría: Coruña | Publicado el: 06-09-2010
Una vez dentro de la iglesia fuimos de sorpresa en sorpresa tanto por lo precioso del interior como por lo descuidado que se encuentra. Todo oscuro, ni una bombilla encendida, húmedo, fijaros qué cúpula y cómo se empieza a notar el musgo.
Pues si la anterior llamaba la atención, de ésta mejor ni os cuento. Menuda aglomeración de verdÃn. Si, lo sé, cuidar esto vale mucha pasta, pero si no cuidamos las joyas que tenemos acabaremos teniendo que levantarlas de nuevo cuando se hayan caÃdo y nos costará mucho más.
Escrito por: Jc | Categoría: Coruña | Publicado el: 30-08-2010
Entramos en el monasterio, no encontramos a nadie, no nos cruzamos con nadie. Paseamos por el claustro, no encontramos a nadie, no nos cruzamos con nadie. Subà al primer piso para sacar foto de las escaleras y la entrada a la HospederÃa, y milagro, apareció una mujer que me miró como quien ve a un marciano y se metió por la puerta del fondo. A lo mejor contribuyó a su extrañeza que me habÃa ido sin trÃpode asà que apoyé la bolsa en la barandilla, la cámara encima, me agaché, la cogà con cuidado y me quedé quietecito hasta el temporizador de la cámara llegó al final y sacó la foto. Encontrar en una esquina un hombre agachado haciendo equilibrios entre una bolsa, una cámara y la barandilla probablemente no entraba entre aquello que la buena mujer esperaba del dÃa.
Entramos en la iglesia, tampoco apareció nadie. Recorrimos todas las salas y estancias que vimos, sin cruzarnos más que con otra pareja que hacÃa turismo como nosotros. En medio de la iglesia me sorprendió encontrar una reproducción a escala de la catedral de Santiago, que en principio no identificaba pero una vez reconocido, el Obradoiro es inconfundible.
Y asà seguimos el recorrido. La semana que viene, más.
Escrito por: Jc | Categoría: Coruña | Publicado el: 23-08-2010
Pasamos al interior, intentando sacar fotos medianamente decentes, con un mÃnimo de interés contando la porquerÃa de tiempo que tenÃamos y rezando porque la niebla no se cerrara porque entonces ni interés, ni fotos, ni nada de nada. A todo esto, era la hora de comer y fijaros qué dÃa. Primero, por supuesto, la tÃpica foto del claustro. De éstas tengo mil quinientas y son todas iguales, asà que hay que irles dando salida.
Bueno, iguales no. Aquà tenÃan una especie de topos hiperactivos que ya véis cómo han ido dejando el césped. Y lo peor de todo es que mala solución tiene el asunto, en cuanto los topos y los invitados le cogen cariño a un sitio es bastante complicado echarlos sin usar métodos prohibidos por la convención de Ginebra.
Escrito por: Jc | Categoría: Coruña | Publicado el: 16-08-2010
Primer aspecto curioso del lugar: una nueva demostración de que «España se hunde» con sus vallas para evitar que además de España, se hunda algún visitante. A las vacas del fondo parece no preocupartes el tema porque mientras haya hierba y sol, la vida se ve de otro color. Y bien que hacen, asà viven libres de preocupaciones.
En el arco de entrada al recinto del monasterio, un listado de nombres y aportaciones para la limpieza del cementerio. Viendo ésto y las listas de morosos en los tablones de anuncios de las comunidades de vecinos podemos apreciar que en este paÃs lo de la protección de datos es algo que nos suena ajeno y lejano. En el listado aparece el saldo contable e incluso el número de cuenta, raro es que algún visitante gamberro aún no haya domiciliado ahà los recibos de la luz …
Escrito por: Jc | Categoría: Coruña | Publicado el: 09-08-2010
Hace un tiempo visitamos lo que para todo el mundo es Sobrado dos Monxes, menos para el Conselleiro de Cultura que le llama «Desván de los Monjes«. No lo conocÃa y la única noticia que tenÃa es que allà concentraba Fraga al gobierno gallego de cuando en cuando para aclararles las ideas. El dÃa de niebla, dÃa de poalla, dÃa gallego, componÃa para nuestra llegada esta bella estampa (diossss, cada dÃa me supero más en cursilerÃa).
Fachada de iglesia con forma de iglesia, torres de iglesia y campanario de iglesia. Ergo, es una iglesia.
Iglesia eso sÃ, con fachada ligeramente abigarrada, excesivamente recargada para mi gusto. No se debieron aburrir ni nada los canteros para hacer semejante tropel de piedras con el mismo dibujito.