Arte, hasta acongoj-arte

Escrito por: Jc | Categoría: Humor | Publicado el: 20-10-2009

Mira, mira… si a lo mejor ésto también es arte y tu sin enter-arte (perdón por el chiste fácil)…


La topota madre

Quien sabe, a lo mejor dentro de doscientos años los consideran los mas dignos sucesores de Mozart. Porque oye, lo que es la música, suena igualita

Caminha

Escrito por: Jc | Categoría: Al sur | Publicado el: 26-09-2009

Caminha es un pueblo portugués que me ha sorprendido agradablemente. Queda de camino a uno de mis chiringuitos playeros favoritos y pasaba lo que suele pasar con los lugares de paso, que nunca paraba. Un día se me ocurrió hacer un stop y dar una vuelta por el centro. Bonito, bien cuidado, con iglesias, plaza mayor, casco viejo, una representación en vivo de unas batallas contra los franceses hace doscientos años, terrazas y el típico ambiente portugués: tranquilidad, música bajita, gente silenciosa, muy agradable para pasar un rato. Qué tendrán estos portugueses, que no parecen necesitar música para sordos a la hora de tomarse un café, ni hablar a grito pelado por el móvil, ni los niños andan montando escándalo ni a pelotazos con el resto de la gente, etc.


Plaza de Caminha

Olmailovin, naino, naino, naaaaa

Escrito por: Jc | Categoría: Al este | Publicado el: 22-05-2009

Llegados a Castrillo de los Polvazares, lugar conocido por sus afamados «Cocidos maragatos«, nos encontramos a este simpático guitarrista deleitándonos con su musiquilla. Fijaros la de pasta que tenía sobre la funda de la guitarra.


Música en la calle I

¿Será que todo el mundo le daba pasta por su música? No, que va. Todo el mundo le dimos pasta porque mientras cantaba hacía unos equilibrios con la guitarra que nos dejó alucinados. Con la guitarra en esta posición seguía tocando y seguía cantando sin desafinar. El primer guitarrista equilibrista que vi en mi vida.


Música en la calle II

Ya es casualidad

Escrito por: Jc | Categoría: Al este, Humor | Publicado el: 14-05-2009

Desde luego, ya es casualidad que tras meses de preparación de la boda, en un escenario impresionante como la Plaza Mayor de Salamanca, buen tiempo, un descapotable negro, los invitados impecables, los novios ahí donde os señalo…


Boda en la Plaza Mayor

…quien se podía imaginar que ese mismo día sería la feria del libro, con sus casetas y su música, de modo que la novia llegaría y entraría a la ceremonia no con los acordes de la marcha nupcial, sino con la banda de música dedicándole a pleno pulmón una versión del ya se murió el burro, de la tía vinagre, ya lo lleva dios de este mundo miserable. Días para recordar, si señor.


La banda de música

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