Galiciaenfotos.comSin rumbo. Sin prisas. Sin horarios.

Un par de veces ya hablé sobre los murales del monasterio de Samos. Hoy voy a poner la última entrada referida al mismo tema porque hay una figura en concreto que me fascina. Es esta:

¿Pero de donde sale en un juguete infantil con forma de carrito y una jirafa encima pintado en las paredes interiores de un monasterio?¿Hay jirafas en Samos?¿Habrá sido idea de los extraterrestres? ¿Habrán venido los marcianos grafitteros de visita? ¿Se habrán tomado un churrasco y dos criollos como está mandado? ¿Será otra prueba de contactos en la tercera fase (será neutro porque las fases creo que son positivo, negativo y neutro)?

Y digo yo, que con lo bonitas que son las pinturicas del interior del monasterio de Samos… ¿porqué no enseñar unas pocas mas?

Para mi fue muy sorprendente este descubrimiento. Donde menos te lo imaginabas aparecieron las paredes llenas de colores. Suerte que no pasó el amigo de Manoli por allí con su spray…

Ultimamente me da por las fotos de monasterios, que le vamos a hacer. Y aquí tenemos una vista del monasterio de Samos, no la puerta de entrada que es lo mas visto, sino la parte trasera que da a un paseo con río, arbolitos y patito, ideal para el paseíllo dominguero de un jueves. Madre mía, qué complicado resulta juntar letras los lunes para formar palabras y que además tengan sentido…

Unos cuantos veranos de mi infancia los pasé aquí:

En Castelo de Loureiro, Lugo, cuatro casas y poco más que me permitieron tener contacto con los campos, con la tierra, con pollos, conejos, vacas, cerdos, tritones, pájaros, arañas como puños, recoger lechugas, tomates, ciruelas y fruta de todo tipo, ver como se ara la tierra, como se hace el pan, como se mata el cerdo, como nacen los becerros, como se ordeñan las vacas, etc. Grandísima suerte haber tenido familia ahí. Y pensar que ahora los niños tienen que pagarse una estancia en una granja escuela para poder ver un animal…

Este es un ejemplo de las típicas carreteras que cruzan el Caurel: asfaltadas (aunque la última vez que pasé por allí las obras lo habían transformado todo en un mar de caminos llenos de polvo), estrechitas y, aunque aquí no se aprecia, hierba medio alta por los laterales hasta el punto de ver un algo asomando mientras iba en coche, paro, espero y cruza la carretera tan campante una perdiz delante mismo de mis narices. Como la cámara iba en el maletero (craso error) no quedó  huella de tal acontecimiento mas que en mi memoria de modo que quien quiera ver una perdiz en el Caurel, que recurra al socorrido Images de Gooogle.

Ya se podía apreciar en la otra foto que puse similar a esta, cómo hace un par de años el nivel de reservas en el embalse de Portomarín era poco menos que penoso. Rebuscando en el archivo encontré esta foto que tampoco deja lugar a dudas. ¿Veis esa casita del centro? Pues el agua debería llegar hasta ahí. Casi ná.

Quien quiera entretenerse un rato puede echarle una ojeada a esta web:
http://www.galeon.com/paira/portomarin01.htm
En ella se hace un repaso a pueblos anegados por embalses en Galicia, entre los que se encuentra, por supuesto, Portomarín. Digo yo que un poco de cultura nunca viene mal, ¿no?

Pero en coche, no os vayáis a pensar, que a mi todo eso que cansa y hace sudar me va mas bien poco. Fotito de un cruceiro en el Cebrero, fijaros las piedras que tiene en su base y adivinad quienes las traían (pista: no fueron los suevos). Se recomienda ampliar la imagen haciendo clic con el ratón y ver lo respetable del tamaño de alguna de las piedras. Cojo una de esas en peso y me hernio de por vida, seguro.

Hoy estamos de aniversario, doscientos días poniendo fotos que no es moco de pavo. A ver si seguimos otros doscientos mas y no me aburro por el camino. Madresita mía, cuántas cosas por el medio: viajes, trabajo, cursos, pocas fotos, menos mal que tengo un buen «fondo de armario» fotográfico o me habría quedado sin imágenes hace tiempo.

Provincia de Lugo. Carretera cualquiera. Pueblo pequeño cualquiera. Mismo aspecto que cualquier otro. Hay a quien le encantan estos pueblos, hay a quien le horripilan. Particularmente creo que un pueblo cayéndose de viejo tiene poco interés. Quizá porque de pequeño, en la aldea de mis abuelos, me pasé mucho tiempo por calles como éstas, viendo casas como éstas y paisajes como éstes.

Hoy fue la noche de San Juan, la noche del fuego, y como a uno le gusta llevar la contraria a la mayoría, pongo foto de agua, las vistas desde el Club Fluvial de Augasmestas. Sitio muy digno para ir a comerse un bocata, largarse y no volver, porque salvo el agua y un pequeño bar, creo recordar que no tenía nada mas. Bueno, si, dos bancos para sentarse y un perro que no paraba de ladrarnos, activos turísticos ambos no lo suficientemente interesantes como para recomendar una segunda visita.

Este post ha sido patrocinado por Risto Mejide y a cambio le copio el estilo de crítica…

Curioso viaje hace años. Primero fuimos a Taramundi (Asturias), a la vuelta nos metimos por una carretera que no conocía, ni sabía donde nos llevaría. Es una costumbre que tengo a veces y puede resultar tanto aburrida como muy remuneradora. Lo mismo puedes encontrarte un paisaje que ni fú ni fá como cosas que ni imaginabas. Por ese mismo sistema te encuentras pueblos, fiestas en pueblos, valles, puentes, ríos, bosques, y esta vez encontré lo que luego me comentaron que era una mina de piedra rica en mineral de hierro, de ahí ese color. Como uno es crédulo por naturaleza y no duda de la buena fe de los demás, con la idea me quedé. El caso es que con hierro o no, el colorido de la piedra al sol era espectacular:

Y no era una sola piedrita, no, era toda la pared por el mismo estilo, con un río de aguas rojizas en la parte inferior. El único problema de meterse hace años por una carretera, es que si hoy quisiera repetir faena y volver a ver la mina de hierro, lo único que podría hacer es ir a Taramundi y meterme por toda cuanta carretera vea porque ni idea de donde queda esto…