Escrito por: Jc | Categoría: Humor | Publicado el: 08-12-2010
Todo un clásico de la geografÃa gallega. Dicen que no se le pueden poner puertas al campo. Puertas no sé, pero lo que son somieres con la misma función se ponen a cientos, aquà incluso combinado con una barandilla de altura media que sabe dios de donde habrá salido. Reciclaje puro, que aquà no se tira nada.

Escrito por: Jc | Categoría: Varios | Publicado el: 21-11-2010
Cosas como que sales de mañana al jardÃn y te encuentras una nueva inquilina. Cuando no es un sapo, encuentras un erizo o incluso alguna serpiente. Hoy en cambio era una perdiz intentando guarecerse de la lluvia y de los cazadores, que estamos en plena temporada de caza y escondidita dentro de mi terreno es imposible que la vean aquellos que van con escopeta.

Con todo el cuidadito del mundo me fui por la cámara para retratarla y sin inmutarse soportó la sesión fotográfica. Al rato decidió irse, emprendió la carrera, levantó vuelo y hasta luego.

Lo sé, tendrÃa que cortar la hierba más a menudo, pero con esto de llevar tanto dÃa lluvioso seguido es imposible, el cortacésped las pasa canutas para cortar hierba húmeda y a mi cualquier excusa me vale para escaquearme.
Escrito por: Jc | Categoría: Lugo | Publicado el: 22-06-2010
Qué tendrá la niebla, basta que suba a lo alto para sacar un plano general de un valle que enseguida aparece para chafarme las intenciones por mucho que Meteogalicia haya previsto la presencia del anticiclón de las Azores en las cercanÃas y el meteosat muestre la nube mas cercana a muchas leguas de distancia.

No digamos nada si además intento acercarme a base de teleobjetivo, porque cuanto más amplÃo, más se nota el efecto. Y no es que me desagraden las fotos de los campos entre la niebla, pero puestos a escoger nada como el verdor de la hierba al sol del mediodÃa invernal, la fuerza del colorido hace que prácticamente cualquier foto sea llamativa. Menos mal, porque si dependiera sólo de mis mañas como fotógrafo serÃa mejor rebautizar el blog como «un dolor de ojos cada dÃa».

Escrito por: Jc | Categoría: Lugo | Publicado el: 23-03-2010
Al hablar de casas rurales probablemente a todos nos viene a la cabeza una casona restaurada, grandes salones con chimenea, habitaciones decoradas al estilo antiguo y desayunos pantagruélicos. Esas son las modernas, las de siempre son casas como ésta, casas en el campo, casas aisladas, construidas hace años que han sufrido alguna reformilla para resarcirse del paso del tiempo pero se siguen viendo antiguas. Cuántas de éstas o incluso peores veo cada vez que me pego una excursión dejándome llevar por los caminos según van apareciendo, especialmente por la zona de Lugo o el interior de Orense.

Escrito por: Jc | Categoría: Al este | Publicado el: 22-01-2010
Esa es la sensación que me producÃan muchos de los campos castellanos hace unos meses. Por un lado tenÃamos la tierra recién removida, hecha un secarral sin ningún rastro de vida. Por el lado contrario habÃa un campo enorme lleno de girasoles muertos y chuchurrÃos. Es de veras complicado transmitir con una fotografÃa la sensación de encontrarse delante de semejante inmensidad reseca como tuve, pero si queréis una referencia, ese pequeño punto amarillo en el horizonte es una cosechadora. Ahora haceros una idea del tamaño del campo.

Escrito por: Jc | Categoría: Al este | Publicado el: 08-01-2010
La última vez que pasé por Castilla fue en septiembre, camino de Avila. Tras el verano se ven los campos castellanos tal y como muchos nos los imaginábamos, amarillos, secos y yermos tras el castigo de meses y meses de sol. Sin embargo no dejan de tener su encanto esas llanuras con colores fuertes sumados al azul del cielo y al blanco de las nubes.

Escrito por: Jc | Categoría: Pontevedra | Publicado el: 10-12-2009
Si Galicia no se llamara Galicia bien podrÃa ser lllamada «La tierra del millón de vacas», porque vayas donde vayas, en un monte perdido, en una ladera, en un llano, siempre acaba por aparecer donde menos te lo esperas un rebaño con esa cara sorprendida de «mirad, mirad, uno con una cámara». No me quejo, que estas sà que saben posar y no son tan miedicas como las ovejas. Te ven, te prestan un minuto de atención y en nada ya las tienes pastando otra vez.

Escrito por: Jc | Categoría: Varios | Publicado el: 29-11-2009
Otra de las cosas de vivir en el campo es que cada dos por tres aparece un nuevo vecino con el que entretenerse un rato, esta vez era un insecto palo dándose un garbeo sobre una planta de frambuesas. Ayer mismo al meter el coche en el garaje venÃa una mantis religiosa sobre el capó, me encanta acercarles un palito porque en cuanto se sienten amenazadas empiezan a gesticular con sus pinzas, como intentando boxear.

Normalmente no suelo matar ningún bicho, y menos sin son raros como éste o se comen a otros insectos mas molestos. Juego un rato con ellos y los mando al campo de al lado para que sigan su camino, incluso (ya avisé que vivo en una zona muy rural) cuando apareció un sapo entre la hierba o un erizo tamaño balón de balonmano que tuve que coger con un recogedor y mucho cuidadito, no estaba yo como para que se mosqueara el animalito y echara a correr detrás mÃa.
Escrito por: Jc | Categoría: Orense | Publicado el: 30-09-2009
Patatas, patatas y mas patatas, todo en Xinzo parece girar alrededor de la patata. Kilómetros y kilómetros cuadrados cubiertos de plantas de patata. Subidos a un monte, allá donde abarca la vista se ven patatales y mas patatales. Bajamos al suelo y allá donde ponemos los pies ¿qué hay? Grandes campos labrados una y otra vez, con surcos, riego y plantas de patata distribuidas linealmente a intervalos regulares. Algo monotemático pero bueno, es lo que hay, no nos vamos a poner en plan exigente pidiendo cocoteros y una playa caribeña doscientos kilómetros tierra adentro.

Escrito por: Jc | Categoría: Lugo | Publicado el: 02-06-2009
Muchas veces me he perdido por carreteras de la provincia de Lugo y muchas veces me ha sorprendido la repetición de los mismos sÃmbolos una y otra vez, estos mismos que véis aquà delante: carretera, leiras (campos), bosque y esos cierres hechos de piedras planas. En el pueblo de mis abuelos prácticamente todas las fincas estaban cerradas con esas piedras. Una vez cortaban la hierba, el panorama se volvÃa igualito a este fueras donde fueras. Solo faltan un par de vaquitas para rematar la faena.
