Escrito por: Jc | Categoría: Pontevedra | Publicado el: 03-12-2009
A veces anda uno por el monte perdido y de pronto te entra una sensación de «déjà vu». Coño, a mi esto me suena de algo… busca que te busca acabas por encontrar la causa de tus recuerdos. Año 2009:
Veinte años atrás. El de la izquierda soy yo. Como era costumbre, si se podÃa subir, allá Ãbamos.
Escrito por: Jc | Categoría: Lugo | Publicado el: 24-11-2009
Cuando voy a sacar fotos a zonas perdidas de monte suelo llevar mi neverita en el coche cargada con comida y bebida variada, generalmente sandwiches, latas, galletas, yogures y fruta. Como no sé si la hora de comer me va a dar cerca de algún sitio habitado, lo que hago es andar a mi aire y al notar hambre me paro en cualquier sitio con buenas vistas a comer de picnic tan ricamente disfrutando de la naturaleza. No necesito perder dos horas en comer de restaurante cuando las puedo aprovechar mejor con lo que de veras me gusta, ver cosas y fotografiarlas.
En la última visita al Caurel asà lo hice. A eso de las dos y media de la tarde paramos en una especie de mirador con un muro al lado, nos sentamos, sacamos material y a comer se ha dicho. Poco me podÃa imaginar quienes tendrÃa de compañeras al otro lado de ese muro. Por esa zona tienen colmenas en medio del monte, pero rodeadas por un muro de piedra según me contaron para evitar que los osos se las zampen. Anda que si las vecinas se llegan a enterar del despliegue de comida que habÃa al otro lado del muro y aparecen en tropel no nos Ãbamos a reir ni ná…
Escrito por: Jc | Categoría: Pontevedra | Publicado el: 29-10-2009
Como última fotografÃa del recorrido por el Monte Aloya dejo una de la «Casa Forestal Ingeniero Areses», diseñada por el ingeniero Rafael Areses de Tuy hace casi noventa años con unas formas bien curiosas. Actualmente es el centro de recepción de visitantes y en ella se puede ver abundante información sobre el parque y su historia.
Mucho me llamó la atención una señal en un lateral de la carretera. De haber llevado encima mi rotulador gordo hubiera modificado el aviso dejándolo en «Evite atropellar a los reptiles y a mi suegra que son de la misma especie». Por si acaso, que nunca se sabe.
Escrito por: Jc | Categoría: Pontevedra | Publicado el: 22-10-2009
Otra de las cosas que destacan en el Monte Aloya es el tamaño de las piedras que se hallan incrustadas en el suelo por el medio del bosque. Ahà tenéis foto de una con un niño subido para que podáis establecer la comparativa adecuada de tamaño. Incluso las hay que se han ido rompiendo en pedazos y las de la parte superior se hallan en equilibrio inestable, lo ideal para mi que siempre tuve el sueño de echar rodando una piedra gigante pendiente abajo hasta la ciudad mas próxima.
Dice la tradición que los extraterrestres las tiraron sobre el cañón y las huestes del rey Arturo I el Bruto hasta no dejar tÃtere con cabeza. Y es que amiguitos, tanto buscar signos de vida extraterrestre y se nos olvida que si ellos son mas bestias que nosotros, a ver qué hacemos si se ponen a las malas, que la gente a veces es muy bruta y los marcianos como no tienen que pagar lo que rompen lo pueden ser mucho más porque no les duele el bolsillo.
Escrito por: Jc | Categoría: Pontevedra | Publicado el: 15-10-2009
Una vez llegados a lo alto del Monte Aloya tenemos dos miradores espectaculares: el de la Cruz y el de O Castelo. El primero creo que recibe ese nombre porque tuvieron que escoger entre cara y cruz y salió cruz, cosa que vino francamente mejor porque además allà nos encontramos esta cruz gigante. Desde aquà se puede ver el Miño hacia su desembocadura, varios los pueblos del noroeste de Portugal y el tÃpico grupo de domingueros con móvil y mayor necesidad de contarle a alguien lo que estaban viendo que de disfrutarlo.
El otro mirador es el de O Castelo, una superficie plana en lo alto del monte con una barandilla de cemento simulando madera desde el que ver todos los montes del Baixo Miño.
Si eres de los que te gustan las vistas, estos miradores son imprescindibles. El panorama alcanza hasta el quinto pino y un dÃa clarito y despejado se puede ver casi hasta el sexto.
Escrito por: Jc | Categoría: Pontevedra | Publicado el: 08-10-2009
A escasos metros del centro de Tuy está la entrada al Monte Aloya, un parque natural que ocupa un monte entero. Desde la parte inferior sale una carretera en subida según se va y en bajada según se vuelve que recorre durante unos siete u ocho kilómetros de zona arbolada hasta la parte superior del monte. Una vez arriba tenemos una capilla, un repetidor de la tele, un refugio de montaña, miradores, y, lo mas importante, un bar donde repostar una cervecita con la que hacer mas agradable la estancia entre tanto verde y tanto bicho. Hablando de bichos, cuentan las leyendas que el rey Arturo I el Bruto, atemorizado ante la posibilidad de ser vÃctima de un ataque extraterrestre, construyó en lo alto del monte un cañón tan grande que los mismÃsimos ciervos al verlo se quedaron petrificados del horror.
Incluso un lagarto gigante que se aproximó por los andurriales corrió la misma suerte al contemplar el calibre del artefacto del rey (del cañón, me refiero).
La semana que viene veremos los miradores del Monte Aloya. Por cierto, me apuesto algo que en las estadÃsticas acabará apareciendo alguien buscando la leyenda del cañón del rey Arturo y los animales petrificados a pesar de que me la acabo de inventar. La gente nunca me dejará de sorprender.
Escrito por: Jc | Categoría: Coruña | Publicado el: 05-10-2009
Desde O Pindo también se puede ver un monte en el que además de los tÃpicos molinillos hay unas tuberÃas de respetables dimensiones que bajan desde lo alto.
Hacia ellas encaminaremos nuestros pasos. Para llegar se cruza ese puente hacia la izquierda, entramos en el pueblo y encontramos un desvÃo a mano derecha que nos lleva directamente a la base de las tuberÃas. Por si alguien se lo pregunta, no, no es un aquapark.
La gran ventaja de las cámaras con zoom es que acercas la imagen y ves lo que verÃas allà mismo sin tener que cansarte andando. Qué gran invento, oiga.
Escrito por: Jc | Categoría: Lugo | Publicado el: 14-07-2009
Ya habÃa dedicado una entrada a esa curiosa costumbre existente en Galicia como es plantar la casa en los lugares mas aislados posibles, pero en el último paseo por el Caurel vi un pueblito que se lleva la palma: cuatro casas situadas en Quinto Pino de Arriba, en plena ladera de una montaña. Que no digo yo que el lugar no sea bucólico y magnÃfico para vivir, todo exterior, luminoso y con aire fresco a raudales, pero me imagino también la gracia que les hará cuando se olviden algo en el supermercado o quieran ir a comprar el periódico.
Escrito por: Jc | Categoría: Lugo | Publicado el: 07-07-2009
Sigo convencido que una foto cuanto mas simple mejor. Mas o menos como se puede ver en esta imagen del Caurel con las montañas tÃpicas gallegas cubiertas de la vegetación tÃpica de monte bajo que todo lo cubre de verde, el cielo azul llenando la foto prácticamente con sólo dos colores, una diagonal, unas sombras y para de contar. ¿Quién necesita más?
Escrito por: Jc | Categoría: Pontevedra | Publicado el: 25-06-2009
Hace tres o cuatro años tuvimos una tremenda ola de incendios en verano, aún hay gran parte del territorio que muestra las señas de aquella desgracia que convirtió muchos paisajes insulsos en paisajes insulsos quemados.
No sé qué nos pasa en Galicia, que el número de pirómanos es tremendamente alto. Cada año detienen a unos cuantos y no son las tan denostadas empresas madereras, sino seres de lo mas curioso: una señora de setenta años que planta fuego al monte cuando se aburre, un abuelo de setenta años que planta fuego al monte porque se aburrÃa, un señor mayor que le dio por prender fuego al monte al no tener otra cosa mejor que hacer y gente similar que, por cierto, a los dos dÃas están en libertad con cargos y un mechero en el bolsillo. Recuerdo que cuando era pequeño, en el pueblo de mis abuelos todo el mundo conocÃa al famoso Bastián, que se entretenÃa prendiéndole fuego a todo lo que podÃa y nadie hacÃa nada porque «él era asÅ».