Llegamos a la central hidroeléctrica de la desembocadura del Xallas. TecnologÃa punta a morir, super mega equipos y sistema de climatización integral «Tranca-in-the-window». Si dentro hace calor, tranca de madera a la ventana y que enfrÃe a base de corriente de aire.
Creo recordar haber oÃdo que el rÃo Xallas es el único rÃo europeo que desemboca en una cascada. O por lo menos desembocaba, porque desde hace años la cascada está asà de sequita a diario. En la parte de arriba hay un embalse que solo abre en invierno según necesidades y en verano durante un horario determinado habiendo conseguido enlatar un fenómeno natural. De la parte superior salen también las tuberÃas que veÃamos dÃas atrás, destinadas a surtir turbinas varias de las cuales se encuentran dentro del edificio mas grande, edificio en el que vi varias curiosidades que conoceréis la semana que viene.
Unas cuántas veces he mencionado la costumbre que tenemos de meter hórreos y barcas por todas partes. Llegamos a la base de las tuberÃas que veÃamos la semana pasada. ¿Qué es lo primero que nos encontramos? Plazoleta redonda con adoquÃn y barca en el centro. Todo un clásico gallego, nunca falla y siempre triunfa allá donde la ponen.
Que si, que vale, que somos un pueblo marinero y tal y cual, pero variar de cuando en cuando oxigena la mente, abre nuevas posibilidades y acrecienta la cultura del populacho entre el que me incluyo.
Desde O Pindo también se puede ver un monte en el que además de los tÃpicos molinillos hay unas tuberÃas de respetables dimensiones que bajan desde lo alto.
Hacia ellas encaminaremos nuestros pasos. Para llegar se cruza ese puente hacia la izquierda, entramos en el pueblo y encontramos un desvÃo a mano derecha que nos lleva directamente a la base de las tuberÃas. Por si alguien se lo pregunta, no, no es un aquapark.
La gran ventaja de las cámaras con zoom es que acercas la imagen y ves lo que verÃas allà mismo sin tener que cansarte andando. Qué gran invento, oiga.
Mas playas de la costa coruñesa, esta vez la playa situada al pie del pueblo de O Pindo y del monte con el mismo nombre, ese monte que la luz del atardecer pinta de rosa debido al color de la roca. Arena blanca, agua cristalina, un largo paseo marÃtimo, el perfil de Finisterre a lo lejos y mucha tranquilidad. Le sobrarÃa el viento fresco y el agua congelada para rozar la perfección. A desmano de todo, éste serÃa un pueblo ideal para quien quiera vacaciones de desaparecer del mundo.
Es del Carnota, como no. Recién llegados estábamos solos y en vez de ir a sacarle las fotos pertinentes, empezamos por la iglesia. Cuando volvimos para retratarlo ésto es lo que nos encontramos.
Un autobús recién llegado, una excursión completita y todo el mundo alrededor del hórreo para alegrar la imagen. Vale que me gusta meter figuras humanas en las fotos para dimensionar los objetos, pero esto ya era demasiado. Por suerte todo es cuestión de saber esperar, estas excursiones de treinta pueblos en seis horas es lo bueno que tienen, nunca estorban demasiado tiempo porque enseguida los llaman para continuar.
Hale, a contar cuántos pares de patas tiene, como hace todo el mundo.
Buen comienzo para la temporada de otoño (aunque aún no haya llegado oficialmente). Fin de semana en Ribeira dedicado a pasear, buen comer, mejor beber, visitar los alrededores y sacar muchas fotos, todo con una magnÃfica compañÃa que nos fue sirviendo de guia para la zona. Tiempo magnÃfico, calorcillo pero sin agobios y preciosa luz como se puede ver en la foto del puerto de Aguiño:
De todo el fin de semana lo que mas me sorprendió (si exceptuamos ver cargar un coche fúnebre a las tres de la mañana junto a la terraza de un pub, que eso ya lo contaré mas adelante) fue una actuación en las fiestas de Ribeira por parte de un grupo llamado «Dios salve a la reina – Tribute to Queen», para nosotros desconocidos. No sabÃamos si serÃa de coña, si iba en serio o si era un karaoke. Allá nos fuimos. A las doce de la noche encienden las luces y sale un tipo calcadito a Freddie Mercury, otro parecidÃsimo a Brian May, otros dos más y venga a tocar canciones de Queen. El cantante se parecÃa un montón, la voz se parecÃa un montón, los gestos se parecÃan un montón, no cantaba mal y al ser temas que le suenan a todo el mundo, el personal se lo pasó de miedo. Hora y medio de concierto en el paseo marÃtimo. Con un escenario pequeñito y sólo dos torres de sonido bajitas (unos dos metros de alto como mucho) aquello ya fue un fiestón, no me quiero ni imaginar cómo habrÃa sido ir a un concierto de los Queen de verdad.
Investigando un poco mas resulta que ésta gente también tiene su página web, son argentinos y llevan desde 1998. QuerÃa mostraros una foto decente, pero lo siento mucho, esto es lo que sale de un móvil a esas horas de la noche…
Ya vimos parcialmente en el capÃtulo «Pisando tumbas«, ahora aquà la tenéis enterita. Según vas bordeando la costa por la C-550 en dirección a Finisterre de pronto aparece a mano derecha un cartel que pone «Hórreo de Carnota», si no vas atento es muy fácil pasarselo. A veinte metros del hórreo está la iglesia que tiene el mismo aspecto de tantas y tantas construcciones de esa zona. Ese color de la piedra, esas formas, ese musgo y esos lÃquenes por todos lados. En su patio delantero está el cementerio fotografiado en la entrada que os indico arriba. Decir que el interés de la iglesia es prácticamente entre escaso y nulo asà que, de no estar el hórreo al lado, el número de visitas que iba a recibir se podrÃan contar con los dedos de una oreja.
Fresquita, fresquita, del fin de semana pasado os dejo la puesta de sol desde el faro de Cabo Prioriño. Visita a la zona de Ferrol y alrededores sin planificar, decidida a última hora pero con resultados muy interesantes. Me proporciona material para seguir comentando unos cuántos dÃas más, aunque al ritmo que estoy sacando fotos mejor serÃa decir para comentar algún lustro más.
Como dice alguna web inglesa de fotografÃa: «keep it simple». Fotos sencillitas, nada recargadas, que siempre funcionan bien.
A la entrada de Muros hay un pequeño pueblecito llamado Serres donde se pueden ver los molinos de mareas «Pozo del Cachón». Siempre creà que los molinos eran movidos por viento o por el agua del rÃo pero también existen los que trabajaban gracias a la fuerza del mar que entra por las aberturas que veis por abajo. Hace unos años fueron rehabilitados y pasaron de su antigua función a servir como centro cultural, se puede ver mas información aquÃ.
Por si alguien quiere visitarlos aquà dejo el horario y que no os pase como a mi. , que como es habitual fui mientras estaban cerrados.
