Escrito por: Jc | Categoría: Al este | Publicado el: 10-10-2010
Ya que en esta entrada me pedÃais ver los alrededores de la ermita y hoy me pilláis de buenas, vamos a complacer al distinguido público del blog pero no os vayáis malacostumbrando, que una flor no hace primavera. Además me veo obligado a descubrir que de esa zona, la ermita… era lo menos interesante. Para llegar a ella se recorren varios kilómetros al lado del rÃo donde abundan paisajes como el que se puede ver aquÃ.
Una vez dejas el coche y empiezas a subir no mentà ni un ápice, fijaros la subidita con la que me tocó lidiar.
Llegados a cierta altura, toda la ladera de enfrente estaba cubierta de árboles pelados repletos de tonos invernales donde predominaba el violeta.
Y a media subida un mirador permitÃa ver las montañas de Valdezcaray, creo, con las últimas nieves del invierno. Se disfrutó el paisaje bien disfrutado, se sacaron muchas fotos, pero lo de la columna en la ermita fue lo que primero trajo una historia a mi cabeza.
Empezaremos hoy donde lo dejamos en el capÃtulo anterior, una vista de Vigo desde Moaña, concretamente desde el muelle donde está El Fisgón. En la foto se puede apreciar cómo es una ciudad que baja hasta el mar, con las cuestas que ello supone, y lo que destaca el Hospital Xeral. Por si no llamaba suficientemente la atención, la última decoración en verde acaba por rematar la faena. Y menos mal que la estatua nos tapa el horroroso edificio del Ayuntamiento.
Este es el Monte de la GuÃa, otro mirador de la ciudad. Si venÃs de visita es pecado no visitarlo porque las vistas desde aquà son de lo mejorcito. En su dÃa estaba totalmente cubierto de arbolado, se puede ver como empezaron a repelarlo y urbanizar disimuladamente empezando por una esquinita. De no ser porque lo protegieron, a dÃa de hoy seguramente estarÃa llenito de casas vendidas a precio de oro. Algún plan habÃa para llenar toda esa zona a su derecha de bloques de edificios pero de momento creo que está parado.
Y esta es la ermita en lo alto del Monte de la GuÃa. De escasas dimensiones, sólo la vi abierta una vez para una boda. Tampoco es que tenga mucho que ver ni por fuera ni por dentro, pero como mi lema es «cualquier foto sirve para llenar un hueco», aquà se queda.
Relativamente cerca de Sangenjo y casi al lado de la la playa de La Lanzada está la ermita de Nuestra Señora de La Lanzada, de ahà su nombre. Es un sitio que bien merece una visita por todo lo que hay que ver alrededor: la ermita, varias playas pequeñas, La Lanzada (playa grandota), cerca está El Grove y la isla de La Toja, etc. De lejos la ermita es asÃ, encima de una pequeña penÃnsula sobre el mar con los restos de lo que en su dÃa fue una fortaleza.
De cerca es mas bien pequeñita, unos diez metros como mucho, con el tenderete adosado de una señora que vende recuerdos de Galicia y otras chucherÃas varias. Parece ser que la construyeron en el siglo XII, o sea que tiene ni mas ni menos que sus buenos ochocientos y pico años.
Camino de la cima primero aparece la ermita, pequeña, con muy buenas vistas y ese dÃa venteada de más. Por venteada entendemos que si llega a venir con nosotros el prÃncipe Carlos de Inglaterra y se pone de cara al viento, sale volando hasta Padrón por lo menos.
No hay problema en llegar hasta la base del pico, hay una carretera que finaliza en un pequeño aparcamiento. Una vez allÃ, la subida es bastante empinada. No es que haya inclinado la cámara, es que es asÃ. Pero merece la pena subir arriba y eso toca la semana que viene.
Escrito por: Jc | Categoría: Al sur | Publicado el: 08-05-2010
Un poquito antes de llegar al faro se puede ver sobre las rocas lo que en breve me imagino serán unas piscinas de agua salada. AquÃ, como en Madeira, si hay que echar cemento sobre las piedras no se cortan un pelo.
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