A petición del respetable

Escrito por: Jc | Categoría: Al este | Publicado el: 10-10-2010

Ya que en esta entrada me pedíais ver los alrededores de la ermita y hoy me pilláis de buenas, vamos a complacer al distinguido público del blog pero no os vayáis malacostumbrando, que una flor no hace primavera. Además me veo obligado a descubrir que de esa zona, la ermita… era lo menos interesante. Para llegar a ella se recorren varios kilómetros al lado del río donde abundan paisajes como el que se puede ver aquí.


Río y bosque

Una vez dejas el coche y empiezas a subir no mentí ni un ápice, fijaros la subidita con la que me tocó lidiar.


Subidita

Llegados a cierta altura, toda la ladera de enfrente estaba cubierta de árboles pelados repletos de tonos invernales donde predominaba el violeta.


Bosque

Y a media subida un mirador permitía ver las montañas de Valdezcaray, creo, con las últimas nieves del invierno. Se disfrutó el paisaje bien disfrutado, se sacaron muchas fotos, pero lo de la columna en la ermita fue lo que primero trajo una historia a mi cabeza.


Mirador

Hay días que mejor no levantarse

Escrito por: Jc | Categoría: Al este | Publicado el: 08-10-2010

Pues eso, ¿quién no ha sentido alguna vez esa sensación de que el día está gafado? Pongamos un ejemplo, llega uno a un monte perdido en el que ve un cartelito indicando la dirección en que se va a la «Ermita del Santo», en lo alto y con vistas. Coño, qué interesante, esto hay que verlo… compruebo el mapa del cartel y a juzgar por la escala, eso está chupado. Pregunto y ná, un poquito de subida, diez minutos andando. Chupao, esto está chupao. Allá me voy caminando. La parienta, que ya se conoce el percal y no pica en las que pico yo, dice que ella ha venido a hablar de su libro no a cansarse así que se queda a reposar gentilmente. Ella se lo pierde, si total está aquí al lado… empezamos la subida, inclinación normal. De normal pasamos a notable. De notable pasamos a muy notable. Camino de tierra y piedrecitas que patinan. En un repecho me encuentro con tres que bajan y me dicen que «ya no queda nada». No sé si fiarme… un rato después llego por fin a lo que es la Ermita, en total media hora de caminito en pura subida. El que me dijo que eran diez minutos debía tener unas botas de siete leguas o no me lo explico. Sólo pienso en lo bien que hizo una quedándose a disfrutar del paisaje. Y bueno, la «Ermita del Santo» es ésta, aquí permaneció San Millán cuarenta años como ermitaño (o sea, sin internet).


Ermita del santo

De las vistas no hay queja. Pero claro, llega uno tan cansado que entra, saca la cámara, saca foto, se olvida mirar el resultado y luego en casa, revisándolas, me doy cuenta que una miserable columna espontánea, que de otra forma no se la puede calificar, se me ha colado sigilosamente ante la efigie del santo. Vaya suerte, oiga. Pues os vais a tener que conformar con ésto, porque a mi en esa subidita no me volvéis a pillar…


Santo tras columna

Conociendo Vigo (VIII)

Escrito por: Jc | Categoría: Pontevedra | Publicado el: 23-09-2010

Empezaremos hoy donde lo dejamos en el capítulo anterior, una vista de Vigo desde Moaña, concretamente desde el muelle donde está El Fisgón. En la foto se puede apreciar cómo es una ciudad que baja hasta el mar, con las cuestas que ello supone, y lo que destaca el Hospital Xeral. Por si no llamaba suficientemente la atención, la última decoración en verde acaba por rematar la faena. Y menos mal que la estatua nos tapa el horroroso edificio del Ayuntamiento.


Vista de Vigo desde Moaña

Este es el Monte de la Guía, otro mirador de la ciudad. Si venís de visita es pecado no visitarlo porque las vistas desde aquí son de lo mejorcito. En su día estaba totalmente cubierto de arbolado, se puede ver como empezaron a repelarlo y urbanizar disimuladamente empezando por una esquinita. De no ser porque lo protegieron, a día de hoy seguramente estaría llenito de casas vendidas a precio de oro. Algún plan había para llenar toda esa zona a su derecha de bloques de edificios pero de momento creo que está parado.


Monte de la Guía

Y esta es la ermita en lo alto del Monte de la Guía. De escasas dimensiones, sólo la vi abierta una vez para una boda. Tampoco es que tenga mucho que ver ni por fuera ni por dentro, pero como mi lema es «cualquier foto sirve para llenar un hueco», aquí se queda.


Ermita de la Guia

Hacia el lado contrario de la ciudad se ve el interior de la Ría de Vigo y ahí destaca el puente de Rande, todo un símbolo de la ciudad. Estos días están dándole vueltas al tema de ampliarlo añadiéndole un par de carriles mas por el exterior. Virgencita, virgencita, que lo dejen como está que esas reformas estilo «Benito y Compañía» me dan un miedo de cuidado. ¿Dos carriles más? Ná, chupao, estos los ponemos por el exterior, unos cables pa sujetarlos, rematamos con unas bridas y cinta americana alrededor, queda fino, guapo y resistente, si además lo alicatamos luce mucho más y con pasarle una mopa cada semanita, como los chorros del oro.


Puente de Rande

Por cierto, una de las cosas que me ronda la cabeza es porqué no lo habrán pintado de colores. Imaginaros un puente pintado al estilo de los anuncios de Sony Bravia. Eso sí que sería un alucine de símbolo para una ciudad. Tendríamos hasta miríadas de japoneses viniendo para verlo.

La capilla de La Lanzada

Escrito por: Jc | Categoría: Pontevedra | Publicado el: 20-05-2010

Relativamente cerca de Sangenjo y casi al lado de la la playa de La Lanzada está la ermita de Nuestra Señora de La Lanzada, de ahí su nombre. Es un sitio que bien merece una visita por todo lo que hay que ver alrededor: la ermita, varias playas pequeñas, La Lanzada (playa grandota), cerca está El Grove y la isla de La Toja, etc. De lejos la ermita es así, encima de una pequeña península sobre el mar con los restos de lo que en su día fue una fortaleza.


Ermita en la península

De cerca es mas bien pequeñita, unos diez metros como mucho, con el tenderete adosado de una señora que vende recuerdos de Galicia y otras chucherías varias. Parece ser que la construyeron en el siglo XII, o sea que tiene ni mas ni menos que sus buenos ochocientos y pico años.


Ermita


Ermita

El interior de la capilla me llamó mucho la atención no por los santos, que los hay, no por la estatua de la virgen, que la hay, no por el retablo, que también está, sino por el destructor colgante al lado de la puerta. Me imagino que sería una ofrenda, pero por mucho que busqué no encontré la causa. Ya sabéis cómo son estas cosas, cualquiera que sepa el motivo le agradecemos que nos lo cuente.


Destructor en la ermita

De visita en Pico Sacro (II)

Escrito por: Jc | Categoría: Coruña | Publicado el: 18-05-2010

Camino de la cima primero aparece la ermita, pequeña, con muy buenas vistas y ese día venteada de más. Por venteada entendemos que si llega a venir con nosotros el príncipe Carlos de Inglaterra y se pone de cara al viento, sale volando hasta Padrón por lo menos.


Ermita del Pico Sacro

A continuación la «Rúa da Raiña Lupa», una cortadura en la roca que según la leyenda fue hecha de un espadazo. Si eres de los que creen en gnomos, elfos y otros seres que no pagan hipoteca ni hacen la declaración de hacienda, podéis echar una ojeada a éste tríptico donde cuentan la historia (casi real) del pico.


Rúa da Raiña Lupa

También hay cuevas, aunque breves. Se puede avanzar un metro… y se acabó la cueva. Como dentro está oscuro da la impresión de ser mas profunda, pero si sacas la linterna, iluminas y te encuentras el fondo ahí mismo delante de tus narices pierde mucho del encanto inicial.


Cuevas

La semana que viene toca la tercera y última parte donde llegamos a la cima tras una épica ascensión de cinco minutos más o menos. Y no es que la montaña carezca de dificultad, es que nosotros ascendiendo montes que tienen escaleras y pasamanos somos la leche. El día que pongan un ascensor al Everest váis a ver qué pedazo fotos.

De visita en Pico Sacro (I)

Escrito por: Jc | Categoría: Coruña | Publicado el: 11-05-2010

Hay días entretenidos, hay días bonitos, hay días sorprendentes, pero hay días superlativos en que primero descubres el Mirador de Gundián y a continuación el Pico Sacro. Había oído hablar de él pero no lo conocía el montecito de unos 500 metros de altura situado a las afueras de Santiago. Aquí lo tenéis de lejos.


Pico Sacro

Conforme te acercas, lo que mas destaca es la ermita a media altura y el vértice geodésico arriba de todo. Fue verlo y como los niños caprichosos, quiero ir ahí, quiero ir ahí, quiero ir ahí, mientras la parienta pensaba así te caigas, así te caigas, así te caigas…


Ermita en el monte

No hay problema en llegar hasta la base del pico, hay una carretera que finaliza en un pequeño aparcamiento. Una vez allí, la subida es bastante empinada. No es que haya inclinado la cámara, es que es así. Pero merece la pena subir arriba y eso toca la semana que viene.


Llegada al Pico Sacro

Leça y Matosinhos (IV)

Escrito por: Jc | Categoría: Al sur | Publicado el: 08-05-2010

Un poquito antes de llegar al faro se puede ver sobre las rocas lo que en breve me imagino serán unas piscinas de agua salada. Aquí, como en Madeira, si hay que echar cemento sobre las piedras no se cortan un pelo.


Piscinas de agua salada

Al fondo de todo se puede ver una puntita de rocas sobre la que han construido un mirador, una ermita y un restaurante también visitables. A estas alturas, los colores, el azul del mar, el cielo, las rocas, todo me tenía obnubilado y pegándome una panzada a sacar fotos que pocas veces he sacado tantas en tan poco recorrido.


Rocas y ermita

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.Más información sobre las cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies