Dicen que hoy domingo viene otro temporal de viento y mar gruesa… a lo mejor tendrÃa que irme planteando abandonar esa pereza que me entra últimamente para hincharme a sacar fotos como ésta…
…no sé, ya veré, a ver si junto ganas y hago algo… ay, pero se está tan calentito en casa…
Ayer aproveché el buen dÃa que hizo para darme una vuelta por Bayona, luz perfecta para las fotos y temperatura agradable para callejear salvo cuando se levantaba airecito, que pelaba de frÃo. También fue una jornada curiosa porque me senté al sol para un rato de fotosÃntesis y un momento después tenÃa correteando a mi alrededor a este pequeño elemento o elementa, que me miraba y me miraba pero ni se asustaba ni escapaba. No se marchó hasta que apareció una paloma para ocupar su sitio.
Un rato después intentaba fotografiar un puente y bajo él, un cormorán jugaba a nadar, sumergirse y reaparecer una y otra vez. HacÃa tiempo que no veÃa tanto cormorán por esta zona, antes ya habÃa visto otros tres asoleándose en una barca. Este siguió nadando hasta que le apeteció y luego desapareció bajo el puente.
Hubo mas bichos, pero las fotos de la rata me las guardo para otro dÃa. No os preocupéis, que saldrán…
Una serie de carteles y placas en los portales del paseo marÃtimo de Santander me llamaron mucho la atención en una de mis visitas: dÃas de viento sur, entrada por otra calle. Mira tú qué curioso.
Ahà quedó el tema hasta un dÃa que se me dio por investigar el tema y caray, cómo se pone la bahÃa de Santander con el viento sur, rápido entendà de sobra el asunto. Menudas fotos y menudo cabreo el del mar.
¿…a qué estancia corresponde ese cubÃculo cuadrado de un metro por un metro y con bajante de piedra que se puede ver en una casa de Allariz?
Madre mÃa, qué gustirrinÃn debe ser estar ahà sentado estos dÃas con la que está cayendo.
Otra de las excursiones habituales en Madeira es salir a dar una vuelta en un barco para avistar delfines, ballenas o lo que se tercie. El catamarán es como éste y aunque no se aprecien las dimensiones, debe tener una capacidad aproximada para cien personas.
No podÃa ser de otra manera, el dÃa que escogimos para salir en barco es el dÃa que la nube escogió para aparecer por la bahÃa de Funchal. Para mi mejor, ya me imaginaba todo el viaje metido bajo un toldito para evitar el sol, pero bastante peor para la gente que querÃa aprovechar y asolearse un rato. Zarpamos, a los diez minutos nos encontramos con una manada de delfines y, fijaros bien, una réplica de una carabela que hace el mismo recorrido que los catamaranes. A la hora de escoger la excursión nos avisaron que los catamaranes son mas estables, se mueven menos asà que si alguien tiene tendencia al mareo ya sabe qué elegir.
Ver aparecer un montón de delfines dando vueltas alrededor del barco, saltando y jugando siempre es bastante espectacular. Además como son unos animales que les caen simpáticos a todo el mundo da gusto verles hacer monerÃas. Es complicado sacarles fotos porque si bien los ves en el agua, no sabes cuando van a emerger, hacen cambios bruscos de dirección, aparecen más ejemplares por otro lado y te vuelves loco para seguirlos con la cámara.
Prácticamente todo el recorrido de ida lo hicimos a motor. Llegamos al pie del Cabo Girao, que mirad si es impresionante comparándolo con el tamaño de la carabela, y allà se paró el barco para que quien quisiera pudiera bañarse un rato. No estaba el tiempo meteorológico para mucho chapuzón, poca gente optó por tirarse al agua y al rato reemprendimos la vuelta a vela primero y a motor después.
En el puerto tienen una pizarra donde indican qué avistamientos hubo ese dÃa y me fijé que habitualmente indicaban delfines, tortugas o una ballena tropical. Esta vez sólo vimos delfines, excepto unos que debieron beberse mas de una docena de cervezas cada uno (palabrita, oiga, cogieron sitio delante del bar y de allà no hubo quien los moviera) que probablemente vieran elefantes rosas, hipopótamos voladores y ballenas a reacción.
Aprovechando que ayer fue la misa del gallo hoy vamos a dedicarle una entrada a ese animal, en su versión gallo de Barcelos que es el sÃmbolo de Portugal. En la última visita a esa ciudad vimos que estaba por todos lados, desde figuras pequeñas en los escaparates:
A figuras medianas allà al lado.
Pasando por otras figuras de tamaño mas que respetable, que te meten un picotazo y te dejan fino. Quizá Godzilla tuvo un affair con un gallo en Portugal y de ahà salió un bicho con forma de gallo y tamaño de Godzilla. A ver si esto le sirve de algo a toda esa gente que sigue y sigue llegando a este blog buscando en google si Godzilla existe, algo que me sigue sorprendiendo. En mal dÃa se me ocurrió escribir aquel par de entradas.
A lo mejor va a ser cierto eso de Godzilla porque una de las curiosidades que vi fue un montón de maiz delante de uno de los supergallos. En principio pensé si serÃa por hacer la gracia, pero ahora creo que en realidad lo hacen como ofrenda para que no se coma a los niños que pasan por delante.
Y digo yo… ¿quien no ha pasado por Cangas de OnÃs, quién no ha visto el famoso puente romano y quién no le ha sacado unas cuántas fotos a él y la famosa cruz?
Si os cuento que hasta hace bien poco tenÃa por seguro que esto era Ribadesella, manda caray, suerte que tengo a San Google para evitarme el ridÃculo.
Pues eso, que feliz nochebuena, feliz navidad a todos y cuidado con las comilonas…
Tras la entrada de ayer no os vayáis a pensar que soy un empollón cultureta gafaspasta, a mi los cuadros que que realmente me gustan no los encontraréis en los museos, mas bien en la calle. Ya relaté una de esas apariciones y otra se produjo curiosamente a escasos metros de la exposición descrita en la entrada anterior, caminaba tranquilamente cuando un rayo de luz me cegó a través del escaparate.
Dios… qué obra de arte, qué finura, el rayo de sol a través de los árboles iluminando la amazona que cabalga desnuda sobre un caballo blanco al borde del lago con una cascada, qué motivo mas alegórico. Si llega a meter un ciervo bebiendo al lado de una barca en la orilla del rÃo ya serÃa perfecto.
En la zona de Cambados las bodegas son visitables y en la zona del Rosal, cerquita de mi casa, también. Mas o menos media docena de bodegas, con posibilidad de ver los viñedos, el procesado del vino y catar las variedades que ofrecen. Es curioso cómo todo el Baixo miño está lleno de viñedos gracias a su microclima, yo no me lo acababa de creer pero es cierto. DÃas que voy de excursión y vuelvo me doy cuenta que la temperatura aquà siempre es mas elevada que en los pueblos de los alrededores. ¿Porqué? Supongo que por tener montañas al norte que tapan el aire frÃo y estar muy orientado al sur con lo que le da sol todo el dÃa.
